lunes, 31 de enero de 2022

The Legend of Vox Machina: capítulos 1 al 3

A veces la vida y las plataformas de streaming le dan a uno sorpresas agradables, y The Legend of Vox Machina es para mí la primera gran sorpresa de este 2022. ¡Qué buena pinta tiene! Supe de ella hace unos veinte días, cuando el usuario de Twitter @Tildom (José Manuel Bringas) publicó un hilo muy interesante en el que explicaba los orígenes de esta nueva serie de animación. Básicamente, lo que contaba es que unos actores de doblaje de videojuegos y dibujos animados tuvieron tanto éxito retransmitiendo sus partidas de D&D en Twitch que al final lograron crear su propia serie de animación vía Kickstarter. Él os lo explica mejor que yo.


Bueno, pues el 28 de enero Amazon Prime Video publicó los tres primeros capítulos de The Legend of Vox Machina y por ahora solo puedo decir cosas positivas de esta nueva serie.

Tenemos a un grupo de viajeros, una banda de mercenarios o algo así, llamada Vox Machina. El grupo es de lo más variopinto, con dos elfos peculiares, un tipo de gafas con un pistolón antiguo, un enano más salido que el pitorro de un botijo, el típico guerrero bestia y tontorrón, una especie de enana que cura a sus colegas, y una chica capaz de construir muros y refugios con ramas y árboles. Como veis, son unos cuantos y no son precisamente el típico grupo de héroes intachables. De hecho diría que más bien son una banda de borrachuzos a la que se le da bien esto de luchar.

Lo digo porque se suele decir que la primera impresión es la que queda, y por eso la primera vez que vemos a los personajes no están haciendo otra cosa que empinar el codo. Beben en una taberna y esperan tener por fin un techo bajo el que dormir. Entonces uno de ellos vomita y no tardan en meterse en su primer lío. Se produce una pelea de taberna en la que los protagonistas muestran de lo que son capaces, y la serie aprovecha para avisarnos de que no se va a cortar un pelo.

The Legend of Vox Machina: sangre y mucho humor

The Legend of Vox Machina tiene sangre, miembros cortados, vomitonas, palabrotas, comentarios jocosos subidos de tono y algún que otro desnudo. También tiene un dragón achicharrando al listo que se ponga en medio y algún que otro trauma infantil que iremos descubriendo poco a poco. 

Lo mejor de la serie es su tono, que huye todo lo posible de una fantasía blanca protagonizada por héroes puros. En este sentido, The Legend of Vox Machina tiene que ver más con la fantasía oscura y realista de Martin, Abercrombie o Sapkowski. Pero la diferencia es que la serie de Amazon y Critical Role tiene más humor, mucho más. El ritmo de los capítulos es endiablado, ya sea porque se están dando de mamporros buena parte del tiempo o porque los diálogos tienen pullitas, humor o tensión. 

El resultado es que me he ventilado los tres episodios de veinticinco minutos sin pestañear y me he quedado con ganas de más.

Además de los personajes y el guion, otro punto fuerte de The Legend of Vox Machina es la animación. Como diría John Hammond en Jurassic Park, "no hemos reparado en gastos". Desde luego es la impresión que da la serie, y se agradece. Todas las peleas, todas las batallas que vemos contra el dragón, lucen genial. Está claro que se ha puesto mucho mimo para que el apartado visual luzca lo mejor posible.

¿Y qué os puedo contar de la trama? Bueno, mejor que os veáis los primeros capítulos, pero básicamente os cuento que los tres primeros episodios sirven de presentación de la banda y del tipo de historia fantástica que nos vamos a encontrar. Y como digo, no penséis que es la típica presentación lenta y con diálogos largos. Aquí hay acción y más acción desde el principio. Y sangre, y alcohol, y dragones, y mucho humor y.... Fantasía con mucha mala leche.

Toca esperar al 4 de febrero para ver otros tres capítulos. Os contaré entonces más cositas con spoilers. Mientras tanto, disfrutadla.

viernes, 28 de enero de 2022

Hajime no Ippo: el mejor anime deportivo

Hace años descubrí que me encantan los animes de deportes. Suelen ser épicos y están llenos de escenas cargadas de tensión, y lo cierto es que me ha solido dar igual el deporte que trate la serie: me gustan aunque hablen de canicas. En serio. Los japoneses son maestros captando nuestro interés aunque nos estén hablando de un deporte del que ni siquiera sabemos las normas, y si hicieran uno de canicas (que ahora que lo pienso quizá ya exista) estoy seguro de que sería le leche. Existen animes de volley ball, basket, ciclismo... O de boxeo, como es el caso de Hajime no Ippo, uno de mis animes favoritos. Pero si este anime basado en la obra de George Morikawa es tan bueno no es porque hable concretamente de boxeo, sino por muchas otras cosas. Os cuento.

Hajime no Ippo nos cuenta la historia de Ippo Makunouchi, el típico joven japonés retraído que recibe palizas en el instituto. Un día, cuando los matones le están golpeando, aparece el famoso boxeador Takamura para salvar a Ippo y, tras llevarlo al gimnasio, descubre que el joven tiene mucho potencial. Makunouchi se apunta entonces al gimnasio Kamogawa y comienza a desarrollar su carrera como boxeador.

El anime tiene tres temporadas: Hajime no Ippo (76 capítulos), Hajime no Ippo: New Challenger (26 capítulos) y Hajime no Ippo: Rising (25 capítulos). La última temporada se emitió en 2014 y no parece haber noticias de la cuarta temporada. No será por falta de material, pues el manga se sigue publicando y ya cuenta con 1366 capítulos. Casi nada.

Hajime no Ippo engancha desde el principio

Lo primero que os va a pasar si empezáis a ver este anime es que os va a enganchar. Ya sabéis lo exagerados que son los japoneses, que son capaces de que cualquiera de las situaciones que se producen en la serie parezcan a vida o muerte. Todo es un desafío o un suceso increíble. Por ejemplo, cuando Takamura se enfrenta a los matones obviamente no los golpea porque los mataría, sino que los esquiva con agilidad, y al hacerlo les arranca los botones de sus chaquetas. Lo hace tan rápido que ellos ni se enteran. Cuando los matones se giran para volver a ir a por Takamura y éste les muestra los botones cayendo de su mano, los malotes alucinan y huyen como alma que lleva el diablo. Bueno, pues este tipo de cosas pasan cada dos por tres: ingenio, originalidad y conflicto. Lo dicho, ya solo por esto Hajime no Ippo engancha.

Pero si seguís viendo capítulos no tardaréis en daros cuenta de que el punto fuerte de la serie son los personajes. Ya sé que soy un pesado, que siempre digo lo mismo, pero no me cansaré de repetir lo importantes que son los personajes en una historia. Seguramente por eso las películas de Marvel me suelen dar bastante igual: no termino de empatizar con los héroes de este tipo de cine, qué le vamos a hacer. En cambio en Hajime no Ippo empatizas desde el principio.

Hajime no Ippo: personajes con carisma

Ippo Makunouchi es el típico japonés tímido y no demasiado popular (ya os he comentado lo de las palizas). Vamos, que es el típico pringadete que un día descubre que tiene un talento innato para el boxeo. Y bueno, es verdad que este planteamiento no es el más original del mundo, de hecho diría que está bastante trillado, pero eso no importa. Y es que Ippo es un personaje con el que sí empatizas. Primero porque te cae bien (cosa que me suele costar con los Vengadores, que me caen todos regularcillo), es un buen chaval, un pedazo de pan bastante inocentón. Y segundo porque es el cabrón más tenaz que hayáis podido conocer. Como dice su entrenador Kamogawa cuando descubre a Ippo, "hemos dado con un monstruo". Y esto es cierto por las condiciones físicas de Ippo, pero también por sus capacidades psicológicas. Ippo insiste, e insiste, e insiste... No se rinde jamás, y así va logrando sus objetivos.

Luego tenemos a Takamura, una verdadera mala bestia. El descubridor de Ippo ha nacido para el boxeo, y es el típico que lo gana todo y que da igual contra quién luche. En cuanto a carácter es bastante echado para adelante, pero la verdad es que tiene motivos para ello porque es un fenómeno. Y aunque sea un chulángano de los gordos, Takamura cae bien. Ha sido un broncas, y Kamogawa lo apuntó a su gimnasio porque el tío solía tener peleas callejeras, pero en el fondo es un buen tipo. Es un bestia, y también más chulo que un ocho, pero es un buen tipo al fin y al cabo. Los combates de Takamura son de lo mejorcito de este anime.

La verdad es que todos los personajes tienen su aquel, su carisma. Me acuerdo ahora de Miyata, el eterno rival de Ippo al que éste admira profundamente. Tiene un estilo diametralmente opuesto al del protagonista, pues es un maestro de las contras y suele rehuir la lucha cuerpo a cuerpo. Ippo es más de distancias cortas, y Miyata y él están un poco obsesionados el uno con el otro y se consideran rivales acérrimos aunque tienen buena relación. Es la típica rivalidad que hace que los dos estén motivados y tengan que mejorar.

Y podría seguir mencionando personajes que molan, como el entrenador Kamowaga y la mala hostia que gasta; o Aoki y Kimura, los dos personajes con los que más nos reiremos; o Sendo, Eiji Date y Mashiba, algunos de los rivales más chungos y potentes de Ippo. Cuando todos y cada uno de ellos me vienen a la cabeza veo perfectamente su principal característica, como si los conociera de toda la vida. Y esto, conseguir que todos los personajes tengan su carisma tan marcado, es muy grande.

Hajime no Ippo: boxeo con buenas dosis de humor

Pero es que además nos reímos mucho con ellos. Hajime no Ippo está plagado de momentos de humor. Los combates, al menos los importantes, tienen momentos épicos e incluso dramáticos, pero el anime de George Morikawa tiene muchísimos momentos cómicos. No os esperéis el tono solemne de Berserk o Vinland Saga porque no tiene nada que ver. Con Hajime no Ippo os vais a echar unas buenas risas.

Y otra cosa buena que tiene Hajime no Ippo (leñe, se me olvidaba) es que va de boxeo. Que a ver si me entendéis, que vaya de boxeo o de canicas (insisto con ellas) no es algo que tenga que ser bueno ni malo a priori, pero en este caso es un rasgo muy positivo. No por el deporte del boxeo concretamente, sino por cómo te habla de él George Morikawa.

Leo por ahí que el mangaka japonés es admirador de algunos boxeadores. Vamos, que le gusta este deporte. Y lo cierto es que se nota por todo lo que te va contando a lo largo de la serie. Por compararlo con algo, Rocky es una saga de películas que van de boxeo, pero en realidad de lo que es el deporte en sí te cuentan poquito. Como mucho, te enseñan a Stallone haciendo dobles rarunos al saltar a la comba o a Iván Drago metiéndose jeringazos como buen deportista de la URSS que es. Que viva el fair play y eso. Pero en Rocky no te hablan de una contra, de cómo pegar un jab o de cómo hacer una finta. Esto es lo que sí hace Hajime no Ippo.

Los episodios de este anime tienen lecciones de boxeo y suelen hablar de aspectos que son importantes en este deporte. Está claro que esto no deja de ser un anime, con toda la exageración y fantasía que ello suele conllevar. Pero las bases te las enseñan, y cualquiera que alguna vez se haya interesado lo suficiente por el boxeo sabrá que lo que explican suele ser lógico. Por ejemplo, la importancia de golpear con todo el peso del cuerpo, lo fundamental que es fortalecer las piernas, lo importante de cubrir la cara con las manos en todo momento... De hecho, varios de los personajes o de los movimientos más importantes de Hajime no Ippo parecen estar inspirados en boxeadores que han existido en realidad, como el mítico Jack Dempsey y su Dempsey Roll que Ippo toma prestado en la serie para convertirlo en su ataque estrella.

No puedo olvidarme de la música. Los dos primeros openings de la serie son un chute de rock fresco cortesía de la banda japonesa Shocking Lemon, y el segundo en concreto me gustó tanto que lo tuve de tono del móvil durante bastante tiempo. Pero es que la banda sonora en general está muy bien: los endings, los momentos tristes o épicos de la serie, ese temazo llamado Stand Proud que nos recuerda a la banda sonora de Rocky. Todo tiene un acompañamiento musical perfecto.

Y bueno, supongo que con esto ya estaría, que parece que al final me he puesto un poco pesado. En fin, a ver cuándo hacen un anime de canicas...

martes, 25 de enero de 2022

Freezer: el mejor villano de Dragon Ball

Hoy empiezo fuerte, sentando cátedra y con una afirmación categórica: Freezer es el mejor villano de Dragon Ball. Y no se admite discusión. Ya, ya sé que también hubo otros muy buenos, pues Akira Toriyama era un genio creando personajes: Tao Pai Pai, Piccolo, Vegeta, Célula, Bu (sí, he dicho Tao Pai Pai porque tenía bigote, qué pasa). El caso es que todos ellos eran grandes villanos, personajes que en su momento le pusieron las cosas muy difíciles a Son Goku. Pero es que Freezer jugaba en otra liga, y me atrevo a decir que es el gran villano de todo Dragon Ball. ¿Creéis que me he venido arriba? ¿Que exagero? Tranquilos, que os traigo argumentos.

Freezer es el mejor villano de Dragon Ball porque... los Super Saiyajins son tan increíbles gracias a él

Y me voy a explicar.

Goku tuvo una evolución inmensa en poco tiempo. Tras vencer a Piccolo en el torneo de las artes marciales era el terrícola (o eso creía él) más poderoso de la tierra. Pero vino su hermano Raditz, que gastaba una melena que ya la quisiera el cantante de cualquier grupo heavy, y Goku murió sacrificándose por todos nosotros. 

Tan generoso fue que aquella buena conducta tuvo premio, y Goku pudo entrenar con el dios Kaito en su miniplaneta. Y entrenó y entrenó. Y siguió entrenando. Y atrapó un mono. Y le atizó a una especie de grillo parlante con un martillo. Y entonces, tras lograr aquellos nobles objetivos, se volvió increíblemente fuerte. Tanto, que cuando volvió a la tierra derrotó a Napa (otro bigotazo de los buenos) en un abrir y cerrar de ojos. Impresionante.

Entonces a Vegeta, el humilde príncipe de los Saiyajins que jamás se jactaba de tener sangre azul (ejem), se le pusieron las orejas tiesas. Ojito, debió de pensar, que a ver si este mamarracho me va a fundir. Menudo es el tal Kakarot. Y aunque el saiyajin más puro que ha existido jamás empezó a tomarse el combate en serio, Goku parecía ir hasta arriba de nandrolona cada vez que hacía el ataque de Kaito. Y la cosa se alargó. 

No vamos a recordar todo el combate, que para eso tenéis el manga y el anime. Pero el caso es que Vegeta era el Saiyajin más poderoso hasta aquel momento, y sin embargo había caído derrotado en la tierra. Fue una tragedia, más o menos como cuando el Alcorcón le metió 4-0 al Real Madrid. Inconcebible.

Así que una vez más la tierra se había salvado gracias a Goku. Mientras nuestro héroe se recuperaba, Krilin, Gohan y Bulma marcharon al planeta Namek, pues se decía que allí existían otras bolas de dragón. Con ellas Piccolo y el resto de la tropa podrían resucitar, y todos serían felices y comerían perdices. Y es que a priori la empresa no se antojaba tan complicada. Solo había que ir a un planeta que estaba a tomar por c**o, reunir las bolas y pedir un deseo. Chupado. Krilin y Gohan no eran Goku, pero desde luego sabían defenderse. ¿Qué podía salir mal? Exacto: todo.

Porque allí también estaba Vegeta, el gran rival de Son Goku. Pero aquello, que en un principio podría considerarse un gran escollo, terminó siendo un problema menor. Y es que había alguien mucho peor que Vegeta. Era infinitamente más poderoso que él, más cruel, más perverso, más despiadado... Más todo. El gran Freezer estaba allí. Y el mismísimo Kaito, un dios, le tenía miedo. 

De modo que aquello sí que iba a suponer un obstáculo insalvable. Gohan y Krilin habían viajado hasta allí para nada. Jamás lograrían su objetivo, o eso nos parecía a todos los que veíamos el anime en aquel momento. Con Freezer en Namek aquella empresa iba a resultar sencillamente imposible. Y si tuvimos esto tan claro, si todos creíamos que Freezer era invencible, es porque Akira Toriyama trabajó este personaje hasta el más mínimo detalle.

¿Cómo consiguió Akira Toriyama hacernos creer que Freezer era invencible?

El mangaka japonés nos transmitía esto cada vez que aparecía Freezer, pero vamos a ver varios de los aspectos que trabajó Toriyama para crear un antagonista que parecía invencible.

La presentación de Freezer

Jamás olvidaré la primera vez que Gohan y Krilin sintieron la presencia de Freezer. Acababan de aterrizar junto a Bulma en Namek y se las prometían muy felices. Craso error. Fue tal el pavor que sintieron que tuvieron que esconderse en una cueva. Un Krilin asustado pidió a Gohan que ocultara su poder para que no los detectaran, y entonces desfiló por el cielo el ejército de Freezer. 

Vi aquella escena cuando era pequeño y se me quedó grabada a fuego. Me impresionaron los rostros asustados de los recién aterrizados, y cómo acababan de comprender que no tenían ninguna posibilidad. Que aquello les venía demasiado grande, pues aquel nuevo rival era infinitamente superior a Vegeta. Incluso si Goku lograba llegar a Namek, o eso parecía entonces, no tendría la más mínima posibilidad. Freezer estaba a otro nivel.

Las transformaciones de Freezer

Cuando Gohan, Krilin y Vegeta llegaron a Namek el poder de Freezer parecía inalcanzable. Pero la verdad es que estos tres personajes se lo curraron y mejoraron mucho en poco tiempo. Tanto, que Vegeta llegó a estar al nivel de Freezer. O eso se debió de creer él en algún momento. Iluso... Fue entonces cuando Freezer empezó con sus transformaciones.

Nosotros espectadores veíamos todo esto con los ojos como platos. O sea, ¿Freezer era increíblemente poderoso pero hasta ahora solo lo habíamos conocido en su forma más débil? Aquello era flipante. Cuando lo necesitaba, este gran villano adquiría otra forma que le permitía ser mucho más poderoso. ¿Y cuántas transformaciones se guardaba bajo la manga? El poder de Freezer parecía no tener fin.

Freezer: el enemigo histórico de los saiyajins

Pero además de todo esto, Freezer no era un tipo que acababa de aparecer, sino que era un villano con caché y con historia que había movido los hilos de la galaxia a su antojo durante mucho tiempo. Imposible olvidar el OVA sobre Bardock, el padre de Goku, en el que Freezer destruía el planeta Vegeta moviendo suavemente su dedo índice. Y es que era capaz de acabar con aquellos legendarios guerreros, los saiyajins, simplemente moviendo un dedo de su mano. Increíble.

Durante la saga Namek nos fuimos enterando de más cosas sobre Freezer, y todas ellas sumaban granitos de arena para convertirlo en el gran enemigo de los saiyajins. Por ejemplo, en uno de los episodios Freezer cuenta a Vegeta la relación que tenía con su padre, cómo los saiyajins se arrodillaban ante Freezer y conquistaban planetas para él. Hasta que el rey Vegeta decidió rebelarse, lo que terminó pagando caro.

De modo que, capítulo tras capítulo, la saga Namek nos iba dejando pistas para la gran batalla que se avecinaba. Por un lado nos hablaba de Freezer, el villano invencible, el enemigo histórico de los saiyajins. Y por otro lado teníamos al saiyajin legendario, o Súper Saiyajin, del que Vegeta nos iba dejando pistas. Solo el Super Saiyajin sería capaz de acabar con Freezer. ¿Sería Goku el guerrero legendario?

Freezer: sádico y despiadado

Y otro factor fundamental para que Freezer sea el mejor villano de Dragon Ball es su caracterización. Lo veíamos siempre sentado en una especie de trono flotante, del que no solía bajarse. Cuando lo hacía, caminaba pausadamente, con las manos tras la espalda, como si fuera consciente de que ningún ser en el universo podía suponer una amenaza para él. Y así debió de ser durante mucho tiempo. Quienes lo rodeaban agachaban la cabeza, sudaban, temblaban, se arrodillaban. Todo el mundo temía a Freezer y él iba sobrado. Tanto que, por ejemplo, se enfrentó a Nail (el guerrero namekiano más poderoso) utilizando un solo brazo.

Tampoco podemos olvidar lo despiadado y sádico que era Freezer. Por poner un ejmplo, (y hay varios) a Krilin lo atravesó con su cuerno y no se conformó con eso. Antes de que el mejor amigo de Goku pudiera caer del cuerno del que colgaba, Freezer se entretuvo un rato subiéndolo y bajándolo, agitándolo para que sufriera, riendo y disfrutando mientras Krilin gritaba y agonizaba al tiempo que caían gotas de sangre. Lo cierto es que no recuerdo una escena de Dragon Ball más sádica que esta.

Freezer hizo grandes a los Súper Saiyajins

Resumiendo, Freezer es el mejor villano de Dragon Ball porque es el gran enemigo de los saiyajins. Y si uno piensa en Dragon Ball hoy día lo primero que le viene a la cabeza son los Súper Saiyajins, con su pelo dorado y sus espectaculares transformaciones.  De modo que Akira Toriyama iba a crear un guerrero de leyenda, el Súper Saiyajin, y para eso necesitaba crearle un antagonista que pareciera invencible. Porque ya se sabe que un héroe es tan fuerte como el rival al que vence. Ese rival fue Freezer, el mejor villano de Dragon Ball.

viernes, 21 de enero de 2022

La Maldición de Hill House: Mike Flanagan es un genio

La maldición de Hill House es una de esas series que le hacen a uno pensar. Cuando la terminé necesité tiempo para digerirla, para analizar lo que acababa de ver. Qué maravilla, me dije acariciándome el bigote. Y es que Mike Flanagan hizo un gran trabajo con esta adaptación de la novela de Shirley Jackson, de lo mejorcito que he visto en el catálogo de Netflix. No es una simple serie de terror, sino que tiene mucha más enjundia.

La serie nos cuenta la historia de una familia que sufrió la trágica muerte de su madre. Sucedió hace años, cuando cinco hermanos eran pequeños y vivían con sus padres en Hill House, una enorme casa encantada. Ya de mayores cada miembro de la familia hace su vida, pero todos siguen teniendo que afrontar los fantasmas y traumas que sufren debido a la muerte de su madre y a lo vivido en aquella casa.

Mike Flanagan: problemas y fantasmas

Como decía, La maldición de Hill House no es una serie más de sustos y fantasmas. Aunque tiene elementos sobrenaturales y daremos algún que otro salto en el sofá, Mike Flanagan se centra en el factor humano, en los problemas y traumas de los personajes, y en el duelo. En las diferentes maneras de afrontar la muerte de una madre.

Cada capítulo tiene el punto de vista de un personaje, empezando por Steve, el hermano mayor, y siguiendo en orden descendente. Es verdad que esto al principio puede ser un poco lioso y requiere cierta atención y paciencia por parte del espectador, pero a medida que avanzan los capítulos y la historia toma cuerpo, es una maravilla. Además, a veces tendremos la impresión de no enterarnos porque la serie no está narrada de manera lineal, sino que utiliza continuos flash backs para contar lo que sucede. Gracias a esto, Mike Flanagan consigue dejarnos con la boca abierta más de una vez, en mi caso sobre todo al final del quinto capítulo.

Como sucede con la más reciente Misa de Medianoche del mismo director, La Maldición de Hill House es una serie de personajes que transmite varios mensajes. Steve, el hermano mayor, se ha negado siempre a aceptar que la mansión estaba encantada y ha tenido éxito escribiendo sobre ella a pesar de no creer en nada. El escritor niega lo que pasó, atribuyendo lo sucedido a un problema mental de la familia, por lo que no ha afrontado su pasado. Por su parte, Shirley lo ha afrontado echando la culpa a los demás. Todo lo que sucedió fue culpa de su padre y de sus hermanos, no de ella. En cambio Theodora se ha vuelto fría y distante precisamente porque tiene un don, es demasiado empática y sufre con los problemas de los demás. Y luego tenemos a Luke, deprimido, que ha terminado cayendo en las garras de la heroína y tiene auténticos problemas para mantenerse limpio. Por último está Eleanor, la joven que más claro tiene lo que ve precisamente porque parece que ella sí acepta lo que sucedió.

Planos secuencia en un sexto episodio que dio que hablar

Mike Flanagan nos cuenta todo esto con diálogos largos que le permiten desarrollar los personajes y sus traumas. También utiliza continuamente el flash back, lo que le permite sorprendernos en más de una ocasión. El espectador necesitará un poco de paciencia con los primeros episodios, pues esto no tiene precisamente el ritmo de una serie de Marvel. Pero al final la paciencia tiene recompensa.

Me quedo con varias ideas que transmite la serie. Una de ellas es que la vida hay que vivirla y los problemas hay que afrontarlos, y no podemos estar encerrados para siempre tras nuestros muros. Que es mejor sentir algo, aunque sea miedo o culpa, que no sentir absolutamente nada. Que en la vida hay cosas malas como el miedo, la culpa y el sufrimiento, pero que también existen el amor y la felicidad. Y que hay que aceptarlo porque vivir es eso.

Si habéis llegado hasta aquí a lo mejor os parece que la Maldición de Hill House es un drama que no da miedo, pero no os preocupéis: ésta es una serie de terror y mientras la veis os llevaréis varios sustos de los buenos. El apartado artístico y visual están muy cuidados, con unos vestuarios y una iluminación muy trabajados. Mención especial merece el capítulo seis, que fue muy comentado por estar compuesto por cinco planos secuencia, el más largo de dieciocho minutos.

En resumen, que si tenéis Netflix y os gusta el terror no sé a qué estáis esperando. La Maldición de Hill House es de lo mejorcito que vais a encontrar.

Cinco bigotes para La Maldición de Hill House.


martes, 18 de enero de 2022

Nacidos de la Bruma: orden de la primera trilogía

Con lo que mi bigote disfruta leyendo fantasía y hasta hace poco no había leído a Brandon Sanderson. Será porque uno no tiene tiempo para todo, o a lo mejor porque el escritor norteamericano tenía algo que no me terminaba de atraer. Me encanta Abercrombie, y me gustan Martin, Sapkowski, Rothfuss, Negrete, Trujillo... Pero mi primera toma de contacto con Sanderson fue Elantris, y me pareció tan juvenil que no lo terminé. Y así fue pasando el tiempo y yo me seguía preguntando por qué este tío tenía semejante legión de seguidores. Porque estaba claro que algo tendría. Bueno, pues ahora que he leído la primera trilogía de Nacidos de la Bruma, lo sé. Brandon Sanderson tiene tantos fans porque es un genio.

Brandon Sanderson es un autor estadounidense de literatura fantástica. Le escuché decir en una entrevista que escribió un buen número de libros antes de que le publicaran uno, y él mismo reconoce que sus primeras obras fueron basura (y que nadie se me enfade porque no lo digo yo, lo dijo él). Así que Sanderson hace honor a ese dicho de 'la práctica hace al maestro'. Y vaya si es un maestro. El escritor estadounidense es un creador de mundos muy originales y de sistemas de magia con normas y manual de instrucciones al final de cada libro. Sus novelas tienen acción y buen desarrollo de personajes, y son facilitas de leer, lo que no significa precisamente que sean simples.

Brandon Sanderson: un creador de mundos

Leer a Sanderson da gusto porque es preciso y facilita la tarea al lector. O sea, que se lo curra. Pero sus libros son de todo menos simples. De hecho, si he afirmado antes que este escritor es un genio es precisamente porque aunque las cosas se compliquen muchísimo y uno no entienda nada, al final todo encaja. Porque todo estaba en la cabeza de Sanderson desde el principio. Y es entonces cuando nos deja con la boca abierta.

La primera trilogía Nacidos de la Bruma nos sitúa en un mundo fantástico en el que un Lord Legislador lleva gobernando el mundo con poder absoluto y mano férrea durante mil años. En este mundo en que la ceniza cae del cielo y las brumas salen por las noches, existe una magia que es conocida como la alomancia. Básicamente se trata de que algunas personas, por lo general nobles o sus descendientes, ingieren metales y los queman, y según el metal que tomen tendrán un poder u otro. Por ejemplo, el peltre amplía las habilidades físicas y el cinc aplaca las emociones. Es un mundo con clases sociales diferenciadas en el que los skaa (algo así como los campesinos) viven esclavizados y temerosos del Lord Legislador. 

Os cuento el orden de esta trilogía.


El Imperio Final: de qué trata

El Imperio Final es el primer libro de la trilogía y seguramente el que más me gustó. Claro que me impactó el final del tercero por cómo se va cerrando todo, pero es que el soplo de aire fresco que supuso para mí El Imperio Final fue tremendo. Podría no tener dos partes más y sería perfecto igualmente. 

En este primer tomo seguimos los pasos de Kelsier, "el superviviente", un auténtico líder que ha encontrado a Vin, una niña nacida de la bruma. Los nacidos de la bruma son alománticos que pueden quemar muchos metales en vez de solo uno, o sea que son mucho más poderosos. Kelsier enseña a Vin a desarrollar sus poderes alománticos y lidera la rebelión skaa para intentar poner fin a la dominación del Lord Legislador.

Este libro me encantó por muchas cosas. Primero por el sistema de magia, novedoso y tan elaborado que a veces parece una ciencia. También me gustó por sus personajes, todos con sus claroscuros. Tenemos a Kelsier, un gran líder que tiene claro lo que hay que hacer incluso en las situaciones más difíciles, pero que a veces parece demasiado extremista. También está Vin, la gran protagonista de la trilogía, una niña skaa que se dedica a robar y a desconfiar de la gente para sobrevivir. Y luego tenemos a los miembros de la banda de Kelsier, cada cual con más carisma. Y por supuesto al Lord Legislador, un personaje que aunque no aparece demasiado durante la novela, da miedo desde el principio por todo el poder absoluto que tiene y por todo lo que se va diciendo de él a lo largo de las páginas.

El argumento no es que sea lo más original del mundo, pero da igual. La banda de Kelsier da golpes importantes en las casas de los nobles para que se enfrenten entre ellos. Así, dividiéndolos, podrán atacar al Lord Legislador y derrocar el Imperio Final. Que dicho así puede parecer una tontería, pero lo importante es cómo se nos cuenta todo esto. Y Sanderson nos brinda esta historia con una prosa ágil, llena de acción, con magia, suspense y también con muchas incógnitas que estaremos deseando descubrir a lo largo de las páginas. El final de la novela nos deja sin aliento. Una maravilla de libro.

El pozo de la ascensión: páginas de sobra con un gran final

El pozo de la ascensión es la segunda parte de la trilogía y quizá le sobren páginas. El libro está bien, pero tengo que admitir que me costó avanzar durante buena parte de la historia. Se centra demasiado en la relación amorosa entre Vin y Elend, y estas cosas a mí me terminan aburriendo, qué le vamos a hacer.

Continué leyéndolo porque el libro está genial para descubrir cositas sobre varios seres salidos de la privilegiada mente de Sanderson, como los Koloss (unas bestias de lo más desagradables) y los Kandra (seres extrañísimos capaces de adoptar diferentes formas). También me enganchó el libro porque nos habla de un asedio que, aunque se hace lento, garantiza que al final habrá tortas. Y en esto, que es lo que a mí me gusta, El pozo de la ascensión no decepciona.

Como siempre, Brandon Sanderson nos regala un gran final y nos tiene enganchados durante las últimas cien páginas. Tenemos una gran batalla épica como pocas, pero también acontecimientos muy relevantes para la historia que nos dejan con ganas de empezar el tercer libro para obtener todas las respuestas a las preguntas que nos ha dejado El pozo de la ascensión.

El héroe de las eras: final de la trilogía sin cabos sueltos

Llegué con las expectativas altas al tercer libro de la trilogía y no me decepcionó. El héroe de las eras comienza como un vendaval, con acción a raudales y buen ritmo. Esta tercera parte tiene una misión fundamental y difícil: resolver todas las dudas que nos han ido surgiendo durante los dos tomos anteriores. Y aunque a veces parezca mentira, todo termina siendo perfectamente lógico. 

Sanderson no deja cabos sueltos y nos explica por qué sucede todo. Recordemos que hay bruma, ceniza que cae del cielo, alománticos, seres extraños como los koloss y los kandra, diferentes metales... Es un mundo vasto y complejo, y lo bueno es que cuando terminamos El héroe de las eras entendemos que todo ha sucedido por algo. Y eso que había muchas cosas por aclarar. Lejos del "pues ahora soy Gandalf el blanco" y soy más poderoso porque me sale de las narices de Tolkien, el escritor estadounidense se empeña en que todo lo que sucede en sus libros esté justificado. Por eso Brandon Sanderson es un genio. Y por eso este tercer libro nos deja con la boca abierta. Una gran trilogía que hay que leer.

sábado, 15 de enero de 2022

Villanos que me marcaron: El Kurgan (Los Inmortales)

La vida y la ficción tienen varias cosas en común, y una de ellas es que no son justas. Y que no nos cuenten milongas del viaje del héroe y bla, bla, bla. Por favor, seamos serios. ¿Cómo se explica si no que El Kurgan, antagonista de Los Inmortales, no fuera el gran vencedor de la película? ¿De verdad alguien se cree que un tipo como Connor MacLeod (acordaos de que era Christopher Lambert. ¡CHRISTOPHER LAMBERT!) fue capaz de vencerlo? En serio, cada vez que lo pienso me froto con rabia la calva y el bigote. De hecho, ahora mismo me estoy arrancando los pelos del bigote uno a uno, despacio y sin piedad, para sufrir más. El caso es que lo hizo, aquel maldito escocés acabó con El Kurgan, y un villano carismático, poderoso y capaz de ofrecer mejores gags de humor que una cena con Gila y Eugenio pasó a mejor vida. Y de paso, El Kurgan (que se merece que lo ponga con mayúsculas) consiguió un hueco en mi top 5 de mejores malvados de la historia del cine.

El mejor papel de Clancy Brown

Y es que el Kurgan era grande, muy grande. En todos los sentidos. Lo interpretó Clancy Brown, conocido también por ser un cabrón despiadado en películas como Starship Troopers y Cadena Perpetua. Un villano de manual. Y aunque en estas dos obras el actor estadounidense clavaba el papel, estos personajes no tenían el humor del Kurgan, ni sus carcajadas, ni una lengua tan ágil y llena de encanto. Porque el listón estaba muy alto, y Kurgan solo hay uno en la vida. Como él mismo solía decir con voz meliflua, "MacLeod, solo puede quedar uno".

Parece que El Kurgan se llamaba en realidad Victor Kruger, y que lo llamaban así por el nombre de su tribu, los kurgans. Debía de ser más viejo que Matusalén y era originario del mar Caspio, o sea que era algo así como ruso. Un tipo duro. Para colmo, la palabra kurgán significa "túmulo funerario" en ruso, lo que le viene como anillo al dedo a este gran personaje.

El caso es que El Kurgan se ganó un hueco en mi corazoncito desde que apareció en pantalla por primera vez. Connor MacLeod era un tipo joven henchido de felicidad y orgulloso de su clan y su familia. Desfilaba en caballo jaleado por las multitudes, dispuesto a entrar en batalla por primera vez. Estaba enamorado de una mujer que poco después demostró ser más mala que la tiña. Y el Kurgan, no sabemos cómo, se enteró de que había un tal Connor MacLeod que era inmortal. 

El Kurgan, el más fuerte de los inmortales

Así que nuestro carismático personaje resolvió que lo mejor sería decapitar a aquel tipejo antes de que empezase a dar problemas, porque ya se sabe que la mala hierba es mejor arrancarla. Por eso se alió con el clan rival, los Frasier. Y así fue como El Kurgan y Connor MacLeod se "enfrentaron" por primera vez en una batalla. Lo de enfrentarse es un decir, pues El Kurgan apareció y ensartó sin miramientos al protagonista con una espada enorme. Al final no pudo cortar la cabeza a MacLeod, pero el dolor de Christopher Lambert fue tan grande que desde entonces tiene los ojos torcidos. En fin, el actor francés terminó haciendo de Raiden en Mortal Kombat, y ya sabemos cómo acabó aquello. Una pena.

El Kurgan no cejaba en su empeño, y volvió a intentarlo años después. Se conoce que le había cogido manía al escocés y quería decapitarlo antes de que éste hubiera aprendido a pelear, y por eso nuestro entrañable amigo se presentó en casa de MacLeod sin previo aviso. Porque entonces no había Covid y no había que pedir cita previa. El caso es que el Kurgan se llevó una espada grandecita para no dejar cabos sueltos, pero cuando destrozó la puerta de madera como la mala bestia que era, allí solo estaban Ramírez (uno de los mejores bigotes de la historia del cine) y la mujer de Connor MacLeod. Para la posteridad quedó el efusivo saludo del Kurgan: "Ramíiiiireeezzzz...".

A partir de ahí la acción de desató. Y ojito, porque Ramírez no lo hizo nada mal. El español había sido el gran maestro de MacLeod y era un espadachín de los buenos. Nada más empezar el combate estuvo a punto de cortar la cabeza al Kurgan. Y aunque no lo consiguió, sí logró dar un susto al gigantón y dejarle una cicatriz que otorgó todavía más carisma a nuestro villano favorito. Tras este mal inicio, El Kurgan fue capaz de rehacerse, se centró en la tarea y poco a poco demostró que iba sobrado. Fijaos si era poderoso que Ramírez casi le había cortado la cabeza, manaba sangre del cuello del Kurgan, pero él seguía sonriendo, golpeando y avasallando al español. Y como era de esperar, el Kurgan terminó decapitando a Ramírez.

MacLeod mató al Kurgan y todavía no se lo cree

Y claro, uno veía semejante exhibición de poder y se decía que era imposible que un tipo como Christopher Lambert venciera al Kurgan. Y es que aquello fue injusto, mucho, sobre todo porque el Kurgan no solo era más fuerte que MacLeod, sino también más gracioso. ¿Qué me decís si no de la maravillosa escena de la Iglesia? Ahí fue donde El Kurgan sacó todo su repertorio. Entró apagando las velas con una mano enguantada y se acercó a MacLeod hasta sentarse justo detrás de él. Luciendo su arrebatadora sonrisa, movió la lengua con ternura y saludó a las monjas, de quienes dijo que estaban disfrazadas y que no tenían sentido del humor. Razón no le faltaba. Y para rematar, descubrió la mentira que Ramírez le había contado justo antes de morir: "Ya veo, no era su mujer, sino la tuya", le dijo El Kurgan al escocés. Y así, con todos aquellos fuegos artificiales, con las expectativas por las nubes, todo quedó dispuesto para el combate final entre El Kurgan y Connor MacLeod.

Y llegó la decepción. La gran decepción. Es cierto que se mascaba la tragedia, porque la ficción tiene estas cosas. Lo habitual suele ser que gane el bueno de la película y, aunque a mí el Kurgan me caía genial, el prota era MacLeod. Lucharon en una especie de edificio abandonado, donde el escocés, vestido con unos vaqueros y unas deportivas blancas (más rándom no podía ser el tío, menuda falta de respeto), decapitó a nuestro carismático villano. Aquel día el Kurgan sufrió un bajonazo incomprensible en su nivel de esgrima y lo pagó caro, pero a su favor hay que decir que lució su mejor sonrisa hasta el último momento. Sonreía incluso cuando le acababan de cortar la cabeza. Elegante hasta el final.

Por eso era tan grande el Kurgan. Porque era enorme, poderoso, inmortal y despiadado. Pero sobre todo, porque cuando aparecía se comía la pantalla de tal manera que uno no podía sino sonreír. Sin duda alguna, uno de los mejores malvados de la historia del cine.

miércoles, 12 de enero de 2022

Por qué leer a Joe Abercrombie

Recuerdo lo impresionado que quedé la primera vez que leí a Joe Abercrombie. Fue con La Voz de las Espadas, el primer libro de la trilogía La Primera Ley. Un torturador, un tal Sand dan Glokta, estaba en verdaderos aprietos. No porque lo hubieran atrapado unos villanos ni porque estuviesen a punto de matarlo. Qué va. Glokta lo pasaba mal, muy mal, porque tenía que bajar unas escaleras. Unas simples escaleras. Ése era su mayor miedo, y así lo describía Abercrombie: "Golpe, toque, dolor. Ése era el ritmo de su andar". Automáticamente me interesé por el personaje. ¿Quién era aquel tipo tullido que sufría tanto? Pero sobre todo, ¿quién era Joe Abercrombie, ese escritor de fantasía capaz de crear personajes como aquel?

Joe Abercrombie es un escritor que a estas alturas no necesita presentación, pero haré un breve resumen por si todavía tenemos algún despistado. Abercrombie es un autor inglés de fantasía oscura, lo que significa que sus libros no son precisamente como El Señor de los Anillos aunque su trilogía La Primera Ley haya tomado prestados todos los tópicos de la fantasía tradicional. Los libros del escritor inglés son oscuros, cínicos, sarcásticos y pesimistas. Suelen tener los personajes típicos de la fantasía, pero Abercrombie les da la vuelta, los retuerce y, siendo sinceros, los mejora una barbaridad: tenemos al bárbaro, al mago, a la guerrera... De todo un poco. Pero en las novelas de Abercrombie los personajes son interesantes, con matices, intereses, lados oscuros, ambiciones y miedos. 

Lord Grimdark (que así se hace llamar en Twitter) tuvo éxito con la trilogía de La Primera Ley, y desde entonces no ha parado de publicar. A diferencia de algún otro escritor de fantasía (Rothfuss ejem...), Abercrombie publica a buen ritmo, y en marzo tendremos en las librerías La sabiduría de las multitudes, final de la trilogía La era de la locura. Es por tanto un buen momento para recordar por qué hay que leer a Joe Abercrombie.


Motivos para leer a Joe Abercrombie


El tono sarcástico y pesimista

Qué aburrido es un libro cuando los buenos son perfectos y los malos son personajes más planos que una tabla. Pero ahh... qué divertido es en cambio leer cuando uno se ve reflejado en los personajes, en lo que dicen y en lo real que resulta todo. Abercrombie da la vuelta a todos los tópicos de la fantasía y los convierte en algo más tangible. Como diría el bueno de Logen, 'hay que ser realistas'. Y quizá ésta sea una se las frases que mejor define la literatura de Abercrombie. 

El tono es pesimista, realista y cruel como la vida la misma. Los personajes sobreviven o no por decisiones, sí, pero también por el azar, por la suerte. El mejor guerrero de todos los tiempos, la mayor leyenda que jamás ha empuñado una espada, es un tipo que se encoge de hombros y dice que gana los duelos porque tiene suerte. Abercrombie es la desmitificación de los héroes y aceptar con sarcasmo, ironía y ciertas dosis de humor lo absurda y azarosa que puede llegar a ser la vida. "Hay que ser realistas".


Los mejores personajes de la fantasía

Joe Abercrombie es un maestro creando personajes redondos. Diría que es un genio en esto, pues no recuerdo que ninguno de sus personajes me haya parecido flojo en ninguna de sus novelas. Y esto es mucho decir. Las obras del escritor inglés no tienen buenos y malos, sino que presentan personajes con motivos para actuar como lo hacen. Todo suele depender del punto de vista. Lo que hace Abercrombie es presentarnos el contexto de cada uno, sus objetivos y ambiciones, sus miedos, sus intereses y su manera de ver las cosas. A partir de ahí podemos ponernos en la piel de un torturador, de un bárbaro asesino o de un aristócrata engreído. Lo gracioso es que a menudo los que terminan cayéndonos mejor son los que en teoría son los malvados de la historia.

Abercrombie ha creado personajes como Sand dan Glokta, un inquisidor pesimista y lleno de pensamientos sarcásticos que utiliza un humor negro maravilloso; como Logen Nuevededos, una especie de Conan el Bárbaro, una leyenda de los norteños, también conocido como el Sanguinario porque, aunque puede parecer un pedazo de pan, tiene un lado oculto sangriento y despiadado; como Bayaz, un mago, una especie de Gandalf egoísta y soberbio. En fin, son solo tres ejemplos, pero las novelas del escritor de Lancaster están plagadas de personajes carismáticos.


Estilo preciso y frases lapidarias, el sello de Abercrombie

Joe Abercrombie suele decir que la parte que más disfruta en la creación de una novela es la revisión. Es entonces cuando el inglés va puliendo el manuscrito y perfeccionándolo tantas veces como haga falta. Y lo cierto es que se nota. Su prosa tiene ritmo y es tremendamente precisa. Y además de no tener una coma de sobra, las novelas de Abercrombie tienen frases lapidarias, que podríamos considerar casi lecciones de vida, en todas sus páginas. En cada página, o si me apuráis en cada párrafo, tenemos una reflexión, una frase, una comparación, una descripción... Lo que sea, pero tenemos una sentencia que podríamos subrayar por su ironía, por su sarcasmo y por lo cierta, real y cruel que es. Lecciones de vida. "Hay que ser realistas".

Los giros más sorprendentes

Vale, quizá en esto Brandon Sanderson se lleve la palma, pero los finales de Joe Abercrombie tampoco son moco de pavo. Decía antes que en su caso todo suele depender del punto de vista. Este enfoque le suele permitir que nos centremos en una parte de la historia, la que vemos a través de los ojos de un personaje, y no pongamos tanta atención en otros acontecimientos. Los giros que encontramos en las obras del escritor inglés nunca son tramposos, sino que planta semillas y deja pequeñas pistas a lo largo de la historia, y todo encaja cuando por fin nos encontramos con la sorpresa.

Joe Abercrombie hace esto con habilidad en la trilogía del Mar Quebrado, tres libros de fantasía juvenil que recomiendo leer a cualquier adulto. Y también lo consigue en Los Héroes, genial novela con un final que, aunque inesperado, cuando se produce nos hace asentir, esbozar una media sonrisa y decirnos que en realidad no podía terminar de otra manera. Todo estaba ahí hacía muchas páginas pero no lo habíamos visto.

lunes, 10 de enero de 2022

Por qué merece la pena el nuevo Kindle Paperwhite

He sido de e-book readers desde el principio. Claro que me gusta el papel, pero los libros digitales y los libros en papel son perfectamente compatibles. De hecho, suelo leer un mismo libro en varios formatos (papel, kindle, móvil), por la comodidad que me ofrece cada uno de ellos. A veces tiro de móvil en el bus, otras veces en casa leo en papel... Según surja. El caso es que tuve uno de los primeros Kindle, aquel que ni siquiera tenía luz pero que tanto disfruté. Años después me hice con un Kindle Paperwhite, prácticamente el primero que salió. Tenía luz incorporada, la batería duraba muchísimo y ocupaba poquito espacio. Fue un gran salto. Pero el tiempo pasó, y aquel maravilloso dispositivo se hizo viejo. No le salieron arrugas, pero casi, pues la batería cada vez duraba menos. 

Por eso, cuando vi que Amazon lanzaba su nuevo Kindle Paperwhite se me pusieron los dientes largos. Había llegado el momento de reciclarse. Y eso hice. Adquirí uno aprovechando una rebajita que encontré durante el Black Friday. Veintipico euros que me ahorré, que oiga, sabiendo que iba a ser una compra obligada me sentó genial la rebaja. Mi bigote rio satisfecho. Y ahora mismo, habiendo disfrutado del nuevo Kindle durante más de un mes, estoy contentísimo con la adquisición. ¿Merece la pena? Sin duda. Y en este artículo os cuento por qué.

Principales mejoras del nuevo Kindle Paperwhite

Lo primero que llama la atención de este nuevo Kindle Paperwhite es el tamaño de la pantalla. Es de 6,8 pulgadas, frente a las seis pulgadas que tenía la pantalla del anterior Kindle. Y parece que no, pero se nota bastante. Supongo que la idea es emular lo que sería un libro de toda la vida pero sin que el dispositivo termine siendo demasiado grande y aparatoso. Ahora mismo, con la pantalla de 6,8", estoy más que satisfecho.

La otra gran novedad de este Kindle Paperwhite 2021 es la iluminación. Mi antiguo Kindle solo tiene un tipo de luz, pero este nuevo modelo incorpora dos tipos de luz diferentes: una se llama brillo y la otra calidez. O lo que es lo mismo: luz azul y luz roja. ¿Y esto en qué se nota? Pues en que, y esto es importante, en este Kindle Paperwhite se lee prácticamente como un libro. Es una maravilla. ¿Que quiero luz un poco más cañera? Le pongo más brillo y le bajo calidez. ¿Que estoy en casa con poca luz, es de noche y no quiero una luz que me despierte demasiado? Le subo la calidez. Lo bueno es que las vamos regulando y equilibrando a nuestro gusto, subiendo una u otra según el momento.

Otro cambio importante es el cargador. Por fin el Kindle Paperwhite tiene cargador USB-C, lo que significa que la batería se carga en casi dos horas y media. Es verdad que antes, con el USB normal, tampoco tardaba demasiado en cargarse (yo solía tenerlo a tope en cuatro horas), pero todo ayuda. Además la batería dura varias semanas, aunque ya se sabe que esto suele depender de cuánto uso le demos. Yo lo utilizo todos los días mínimo una hora. Bueno, pues poniéndolo en modo avión, en una semana la batería suele estar todavía por encima del 50%.

Y luego está el tema de que la luz ilumina mejor la pantalla que antes. Puede que ésta no sea una mejora exclusiva de este último modelo, pero yo vengo de un Kindle Paperwhite de hace diez años y noto una mejoría enorme en lo que a iluminación de la pantalla se refiere. En el modelo antiguo, si uno no está en exteriores, se aprecian sombras porque la iluminación no es del todo uniforme. Ahora no, y se agradece. Da igual que estés en un lugar cerrado, con poca luz o incluso a oscuras. La pantalla se ilumina igual por todas partes, lo que mejora mucho la experiencia.

Ventajas de tener un ebook reader

En general, ¿cuáles son las ventajas de tener un ebook reader?

  • Ocupan poco. Los libros en papel son geniales y disfruto mucho con ellos, pero el tiempo pasa y se van acumulando. Las estanterías se van llenando y uno va necesitando nuevos lugares para guardar los libros. Con un ebook reader esto no pasa. Podemos tener guardados en el Kindle tantos libros como queramos y ocupará exactamente lo mismo. Un ebook reader es ideal si queremos viajar.
  • Tienen luz. Para leer un libro en papel necesitas luz, ya sea gracias a una ventana o a un flexo. Con un ebook reader esto no es un problema. Claro que se lee mejor con luz exterior, pero si estás en una habitación con poca iluminación no pasa nada: le subes el brillo y regulas la calidez, dejas el tono de iluminación que más te gusta, y a disfrutar de la lectura. Cuando oscurece es muy cómodo no tener que estar buscando un flexo que te ilumine bien el libro.
  • Letras grandes. Otra ventaja de los ebook readers es que podemos hacer las letras tan grandes como queramos. Y esto para los que no andamos demasiado bien de la vista es una ventaja a tener en cuenta. He dejado de comprar libros de bolsillo porque tenían una letra demasiado pequeña, y ahí sí que no la puedes cambiar. Si compro un libro en papel pido unos mínimos de tamaño de letra. Para todo lo demás tengo el Kindle.
  • Leer fragmentos. Hemos visto un libro que nos llama la atención pero no sabemos qué tal será. Para salir de dudas, nos gustaría leer las primeras páginas. Bueno, pues no hay problema. Lo he hecho muchas veces: te descargas una muestra antes de comprar el libro, lees las primeras páginas y te haces una idea de lo que es. ¿Te ha enganchado? Lo compras y sigues leyéndolo. ¿No es lo que esperabas? Lo borras y aquí no ha pasado nada. Y todo desde el sofá de tu casa.
  • El precio. Está claro que un ebook no puede costar lo mismo que un libro en papel (evito gastar más de cinco euros en uno), pero la realidad es que gracias al formato electrónico terminamos leyendo más libros por menos dinero. En el caso de Amazon tenemos las ofertas Kindle Flash (varios libros muy baratos todos los días) y Primer Reading (una selección de libros gratuitos por tener contratado Amazon Prime).
¿Y vosotros qué opináis? ¿Sois de libros de toda la vida o preferís el formato digital? ¿Habéis probado el nuevo Kindle Paperwhite?

sábado, 8 de enero de 2022

Cobra Kai cuarta temporada: el mejor final

Recuerdo que fruncí el ceño cuando leí por ahí que la cuarta temporada de Cobra Kai era la mejor de todas. Acordándome de las tres anteriores me resultaba difícil creerlo, sobre todo por esa primera temporada con un planteamiento tan fresco y original en el que el pobre Johnny Lawrence (antagonista de la película) había sido toda la vida, en realidad, una víctima del abyecto Larusso. Y las temporadas dos y tres también fueron buenas y entretenidas, enganchaban. El listón, pues, estaba muy alto. ¿Es la cuarta temporada la mejor? No me atrevo a decir tanto, pero sí pienso que es la que mejor se cierra. Y es que sus dos últimos capítulos me han dejado un sabor de boca buenísimo.

Al principio los episodios se desarrollan como siempre, con los personajes demostrando ser lo que siempre han sido. Hay rivalidad entre Larusso y Lawrence, y a John Kreese se le une Terry Silver, un viejo conocido de las películas de Karate Kid. Con todos los respetos, y sin que nadie se ofenda, Cobra Kai no deja de ser una tontería de serie en la que unos chavales que aún no han cumplido los dieciocho deciden aprender karate para poder defenderse y demostrar ser los mejores. Pero seguramente los más inmaduros son los adultos, quienes como mínimo tienen cincuenta y pico tacos y siguen viviendo el campeonato de karate local como si les fuera la vida en ello. De hecho, lo que les pasó a ellos mismos hace tantos años les ha marcado de por vida. Terry Silver, el nuevo 'vicesensei' de Cobra Kai, define el absurdo de todo esto en el primer capítulo: "acosé a un chaval de secundaria, es de locos". Y si uno se detiene a pensarlo dos segundos, pues sí, el planteamiento de toda la serie es una chorrada como una catedral. Entonces, ¿por qué engancha tanto Cobra Kai?

Nostalgia y buen guion


Pues por muchas cosas. Primero por la nostalgia. Es verdad que esto funcionaba mejor en la primera temporada en la que aún no se había estirado tanto el chicle, pero aun así la nostalgia y un pasado traumático y no resuelto entre los personajes siguen siendo fundamentales. Os confieso que he acabado del señor Miyagi hasta los pies (descanse en paz) por culpa de Daniel Larusso, que no para de recordarlo durante la serie, pero al final vemos que es lo que requería el guion. Como siempre, de vez en cuando se nos recuerda lo que pasó en las películas de Karate Kid, en esta ocasión sobre todo para caracterizar al nuevo personaje Terry Silver. También vemos momentos del señor Miyagi con Larusso, y algún pequeño fragmento de la tan recordada final en la que Kreese ordenó a Lawrence no tener piedad. Todo eso, en realidad, lo hemos visto ya hasta la saciedad pero me atrevería a decir que esta vez tiene más sentido que nunca.

Porque no se trata de nostalgia para los fans y ya está, sino que son escenas de las películas originales que son fundamentales para entender la historia que se desarrolla en esta cuarta temporada. Y es que lo que me ha gustado es eso: ese conjunto, ese desarrollo de personajes que tan bien se cierra aquí. En esta cuarta temporada veremos un cambio en muchos personajes, una evolución que parece por fin cerrar conflictos que se gestaron hace tanto tiempo. En cuanto a desarrollo y evolución de personajes, la cuarta temporada de Cobra Kai es sin duda la mejor.

Daniel Larusso y Johnny Lawrence colaboran

Los diez capítulos tienen como telón de fondo el All Valley, torneo de karate en el que se decidirá qué dojo es el mejor. Por primera vez Daniel Larusso y Johnny Lawrence se unen para derrotar a Cobra Kai, lo que les obliga a colaborar. Por supuesto esto no será un camino de rosas, y a veces será imposible. Pero no queda otro remedio que trabajar codo con codo, porque si pierden deberán cerrar sus dojos. Los jóvenes también tendrán sus conflictos y su desarrollo, con una Tory Nichols con más protagonismo que antes, pero también con Miguel, Robby Keene, Samantha Larusso y Halcón (¿o debería decir Eli?). A estos se les unen esta temporada algunas caras nuevas, entre las que destaca Kenny, el típico chavalillo que quiere aprender karate para defenderse de los abusones (malditos Larusso abusones, ejem).

En esta cuarta temporada de Cobra Kai se abordan varios temas. Uno de ellos es la apertura de miras y no aferrarse a que lo propio es siempre mejor que lo del prójimo. Porque a veces lo que necesitamos es hacer las cosas de manera diferente y es necesario aprender de los demás, por muy mal que éstos nos caigan. También se toca el tema del bullying pero de una manera original, pues en esta ocasión el acosador es quien menos podríamos pensar que lo es. O sea que los que parecen los buenos quizá no sean tan buenos, y los malos seguramente no lo sean tanto. Salvo alguna excepción, claro, porque hay gente que no tiene remedio y ya está. Cobra Kai también nos transmite lo inútil que es odiar.

Veredicto bigotudo

Resumiendo, la cuarta temporada de Cobra Kai me ha gustado. Los primeros capítulos me parecían más de lo mismo y, aunque eran entretenidos, no me terminaban de emocionar. Pero mi opinión ha cambiado radicalmente gracias a los dos últimos episodios. Esta temporada es la que mejor se cierra de todas, e incluso a veces tiene pinta de que la serie se va a terminar, pues cierra conflictos que se habían originado incluso durante la primera temporada. Por suerte, habrá quinta temporada, tal y como se encargan de avisar (por si pareciera lo contrario) con un mensaje en pantalla en cuanto termina el último capítulo de la cuarta temporada. ¿Es esta temporada la mejor de todas? No lo sé, pero sí es la que mejor cierra las tramas.

Cuatro bigotes para la cuarta temporada de Cobra Kai.


miércoles, 5 de enero de 2022

Las mejores adaptaciones de Stephen King

Mi bigote tiene la suerte de haber disfrutado ya de unas cuantas obras de Stephen King. Me encantan sus libros, pero lo cierto es que antes de leer cualquiera de ellos ya había visto alguna de las adaptaciones que les han hecho. Y seguramente eso mismo os ha pasado a muchos de vosotros. Al fin y al cabo, Stephen King es un autor que se ha llevado al cine muchísimo: sus historias son fantásticas y originales, y el de Maine parece ser una fuente inagotable de ideas. Bueno, pues de todas esas películas que le han adaptado voy a poner por aquí mi top 5. O sea, mis cinco películas favoritas basadas en obras de Stephen King. Y ojito, porque son peliculones.

5 - La Niebla: el final más sorprendente del cine

Lo mejor de la película es el final, que es diferente en la película y en la novela corta de King. Frank Darabont lo acordó con el escritor de Maine y nos regaló uno de los finales más sorprendentes del cine. La Niebla es una película que merece mucho la pena ver. No es que sea una obra maestra, pero transmite el miedo a lo desconocido, a la muerte, a una niebla que trae consigo extraños seres lovecraftianos. El ambiente es opresivo, pues los habitantes de un pueblo se han quedado encerrados en un supermercado y no pueden salir. Si lo hacen, la niebla acabará con ellos. Será entonces cuando veamos las diferentes actitudes de los personajes: unos negarán la existencia de los monstruos, otros optarán por un fanatismo religioso extremo, y los protagonistas tratarán de buscar soluciones. La Niebla es una buena película de terror.

4 - Cadena perpetua: el clásico del cine carcelario

Alguno a lo mejor me corta el bigote por poner esta película tan abajo, pero qué le vamos a hacer. Ya sé que Cadena Perpetua es un clásico, una obra maestra, un referente del cine carecelario y bla, bla, bla. Que sí, que a mí también me gustó, pero me gustaron más las que pondré debajo. En cualquier caso, sí, esta película hay que verla. Se basa en un relato de Stephen King y también la dirige Frank Darabont. Nos cuenta la historia de Andrew Dufresne (Tim Robbins), que es condenado a cadena perpetua acusado del asesinato de su mujer. Pero, ¿es culpable o no? No lo sabremos hasta bien avanzada la película. En la cárcel, Dufresne conoce a Red (Moran Freeman), quien ha perdido toda ilusión por salir de la cárcel. En la película veremos diferentes actitudes ante la desesperanza, con un Dufresne que no se rinde jamás y un Red que termina admirando la insistencia e inteligencia de su amigo.

3 - El Resplandor: cuando Stephen King y Stanley Kubrick se enfadaron

Por caché y por galones, El Resplandor debería estar la primera de la lista. Lo sé. Es un clásico del terror, una película que todo el mundo conoce y que dirigió el mismísimo Stanley Kubrick. Nos habla de Jack Torrance (Jack Nicholson), un escritor que se traslada con su mujer y su hijo de siete años al Hotel Overlook para encargarse del mantenimiento durante la temporada de invierno. Allí, aislado de todo, en mitad de la nada y rodeado de nieve, el escritor comienza a volverse loco y a ver extrañas presencias. Fue una película diferente por ser capaz de transmitir angustia y terror sin ser oscura, pues todo está perfectamente iluminado. Eso sí, se dice que a Stephen King no le gustó nada esta adaptación porque no transmite lo que pretendía reflejar la novela.

2 - La Milla Verde: una brutal crítica a la silla eléctrica

La Milla Verde es una crítica brutal a la silla eléctrica con un gran personaje, John Coffey (grande literalmente), acusado del brutal asesinato de dos hermanas de nueve años. Aquí tenemos un gran reparto, con Tom Hanks como protagonista, y otra vez a Frank Darabont como director. Y es un peliculón. La Milla Verde nos hace sentir pena, tristeza, rabia, ternura. También nos hace mirar a la pantalla boquiabiertos gracias a algún elemento sobrenatural marca de la casa Stephen King. Sé que mucha gente prefiere Cadena Perpetua, pero a mí la Milla Verde me transmitió y me emocionó mucho más.

1 - Misery: Annie Wilkes, un personaje terrorífico

Misery tiene uno de los mejores antagonistas de la historia del cine. Kathy Bates ganó el Oscar a la mejor actriz por este papel, y no me extraña. La película, dirigida por Rob Reiner, nos cuenta la historia del escritor Paul Sheldon (James Caan, que os sonará por hacer de Sonny Corleone en El Padrino) que decide matar a su personaje de ficción Misery. Con la intención de escribir una novela seria, se refugia en Colorado, pero cuando vuelve tiene un accidente de coche en una carretera de montaña. Es entonces cuando Annie Wilkes lo rescata y lo lleva a su casa para cuidarlo. Desgraciadamente para Paul Sheldon, su "salvadora" es también su mayor admiradora, y no se toma precisamente bien la decisión del escritor de terminar con su personaje Misery. Es tal el fanatismo que... Bueno, eso es mejor verlo.

Misery es genial por la tensión que tiene y porque con apenas dos personajes es capaz de que no pestañeemos durante cien minutos. La actuación de Kathy Bates encarnando a una fanática loca es soberbia, y jamás podré olvidar una de las escenas de esta película. Es de las pocas cintas que ha logrado que aparte la mirada. Genial.