domingo, 22 de enero de 2023

Vinland Saga 2 (Capítulos 1 y 2)

Como sin duda todos recordaréis (ejem) Vinland Saga fue una de las primeras series de las que hablé en este concurrido blog (ejem ejem). Dije varias cosas sobre este anime de vikingos y todas fueron positivas: buenos personajes, chorros de sangre, duelos, acción y una animación fantástica. Fue un lujazo ver Vinland Saga en Prime Video. Lo malo es que terminó la primera temporada y me quedé con ganas de más. Así que no tuve otro remedio que olvidarme de ella dejándola grabada en mi memoria, eso sí, como una de las mejores series anime que había visto en mi vida. Casi nada.

Y pasó el tiempo. Y la vida continuó. Y el viento sopló, los árboles se agitaron y las hojas revolotearon.

Hasta que llegó enero de 2023 y se estrenó la segunda temporada. ¡Viva! ¡Hurra! Felicidad absoluta. El estudio encargado de animar el manga de Makoto Yukimura es Mappa (no tiene nada que ver con el personaje bigotudo de Dragon Ball, aquel se llamaba Napa) y por ahora hay disponibles dos episodios que podéis ver en Crunchyroll y Netflix. Todos los lunes se estrenará un nuevo capítulo que probablemente iré comentando por aquí, lo que significa que tenemos vikingos para rato. ¿No es maravilloso?

Vinlad Saga: segunda temporada

Pero situémonos. La primera temporada fue un torrente de sangre y emociones que me entusiasmó, pues tuve entonces la sensación de haber asistido a uno de los animes más épicos de todos los tiempos. La trágica historia de Thorfinn y sus ansias de venganza me engancharon por completo, pero no se trataba solo de él: Askeladd, Thorkell, Canuto... Ahí estaban todos aquellos grandes personajes, evolucionando, cada uno con su personalidad, con sus aristas, con su magnetismo. Todo ello iba acompañado de una animación y una música magníficas. Por eso valoré el anime con cinco bigotazos bien merecidos. Pero, ¿qué iba a hacer Thorfinn después de aquel final de temporada?

Pues bien, los primeros minutos de la segunda temporada no se centran en el hijo de Thors, sino que están protagonizados por Einar, un granjero del norte de Inglaterra a quien también se las hacen pasar canutas -Canuto haciendo de las suyas, you know...-. Y es que cuando uno ve este tipo de series no puede hacer otra cosa que agradecer la época que le ha tocado vivir. Einar no tuvo esa suerte, y cuando era pequeño los vikingos vivían su época dorada, así que saquearon su aldea y asesinaron a su padre. Y por si esto fuera poco, años después volvieron a atacarles y acabaron esta vez con la vida de su madre y su hermana. Por tanto, el pobre hombre se quedó solo y sin otro objetivo en la vida que tratar de sobrevivir siendo esclavo. Fue ahí cuando coincidió con un huraño y resignado Thorfinn.

Básicamente, este es el resumen de los dos primeros episodios de esta nueva temporada, pero hay varios aspectos en los que fijarse. Por ejemplo, que Vinland Saga nos vuelve transmitir lo descarnada y cruel que llega a ser la naturaleza humana. Uno vive feliz y tranquilo en su aldea hasta que una manada de gigantes rubios sedientos de sangre lo ataca. Y entonces, de un plumazo, lo pierde todo: el hogar, la familia, la libertad... Es verdad que Vinland Saga es una serie de ficción, pero muestra con claridad algo que sucedió tantas veces en el pasado. Y sobre todo, el anime de Mappa consigue que sintamos las emociones de sus personajes, mezclando una banda sonora épica con un dibujo que transmite.

Vinland Saga: personajes que lo pierden todo

Pero Vinland Saga 2 no engancha solo por su apartado técnico -en realidad la animación me ha parecido ligeramente inferior a la primera temporada-, sino también porque empieza como un terremoto. Porque los dos primeros episodios de la segunda temporada vuelven a poner en serios aprietos a sus personajes. Perdón, ¿he dicho serios aprietos? Quería decir que hace la vida imposible a sus protagonistas: si en la primera temporada Thorfinn perdía a su padre y debía arreglárselas para sobrevivir y cobrarse su tan ansiada venganza siendo solo un niño, aquí el que se lleva la palma es Einar. ¿O es que acaso hay algo peor que perderlo todo y terminar siendo esclavo?

Vinland Saga 2 tiene una pinta estupenda por todo esto y porque se cuece a fuego lento. Una vez visto el terremoto, el anime se toma su tiempo para que conozcamos a Einar, a su nuevo amo y a todos los demás. Porque para que nos importen los personajes tenemos que conocerlos y entender sus emociones, sus miedos y sus objetivos. Y una vez más, Vinland Saga parece ir por el buen camino en la construcción de sus protagonistas.

Pero no tengo duda de que lo mejor está por llegar...

domingo, 15 de enero de 2023

Sound of Metal: también hay cine serio en Prime Video

A estas alturas de la vida todos sabemos que las plataformas de streaming son un arma de doble filo: tienen basura a mansalva -para dar y regalar, de hecho-, pero de vez en cuando nos ofrecen productos que merecen la pena. Hoy estáis de suerte, pues no os vengo a hablar de ninguna genialidad del estilo de Croczilla o Los payasos asesinos del espacio exterior. No, los que veníais a eso -que os conozco- tendréis que esperar a que me encuentre más inspirado. Hoy me acaricio el bigote, saco pecho y me pongo solemne. Incluso estaba pensando en ponerme la corbata. Porque hoy hablo de algo bueno y con mensaje.

Sound of Metal es una de las mejores películas del catálogo de Amazon Prime Video, de esas que encontraréis en cualquier listado de mejores películas de esta plataforma. Es de 2019 y la tenía pendiente, pero ya me he quitado la espinita. Y sí, Sound of Metal es una película que merece la pena ver.

Un sordo con mucho ritmo (jiji)

La cinta de Darius Marder nos narra la historia de un joven batería de una banda de música que pierde la audición -en cuanto veáis el primer concierto de la película entenderéis el motivo-. Como suele suceder con este tipo de desgracias, al principio Ruben -Riz Ahmed- no termina de creérselo y se somete a una serie de análisis que le confirman que efectivamente se ha quedado sordo. Su vida cambiará por completo y tendrá que iniciar un viaje de superación lleno de verdad, impotencia y serenidad.

Lo que más me ha llamado la atención de Sound of Metal es lo bien que transmite la impotencia que uno puede sentir al quedarse sordo. La película de Darius Marder juega con el sonido todo el tiempo. Cuando nos pone en la piel de Ruben, todo se distorsiona, se emborrona y no se entiende nada: solo se oyen sonidos confusos y lejanos, y vemos la cara de póker de nuestro protagonista que, como es normal, termina poniéndose nervioso a menudo. Pero por otro lado, cada vez que es necesario la cámara se aleja, y entonces vemos la escena desde un punto de vista objetivo con un sonido claro y nítido para que nosotros, que tenemos el privilegio de contar con una audición sana y fuerte, podamos enterarnos de lo que está pasando. Por tanto, enseguida empatizamos con Ruben y nos percatamos de la auténtica dimensión de su problema. Porque sí, si Sound of Metal nos deja clara una cosa es que quedarse sordo es una put*** de las gordas.

Pero la cinta de Darius Marder no se limita a eso: quedarse sordo es una desgracia, sí, pero conviene asumir la realidad. La evolución de Ruben no va a ser un camino de rosas: esto no es Disney y Ruben lo va a pasar mal, va a tener que alejarse de su novia y aprender a vivir como una persona sorda. Va a hacer un gran sacrificio que le llevará a un lugar diferente, a un estado distinto. Lo bueno de Sound of Metal es que, a pesar de todo, transmite un mensaje de serenidad, de que la propia experiencia de tu vida es la que te hace entender y cambiar de actitud. Y es que no aceptar la realidad es lo que nos hace sufrir -y bueno, quedarse sordo de un día para otro también puede influir un poco-.

La difícil misión de aprender a ser sordo

Sound of Metal tampoco transmite la idea de que ser sordo conlleve ser infeliz. De hecho, nada más lejos de la realidad. Ahí tenemos esa comunidad que convive con otros códigos, con otra manera de relacionarse y comunicarse, pero capaz de correr, saltar y reír. Faltaría más. Lo que sucede es que la película se centra en el proceso, en ese viaje de asimilación de que tus cartas han cambiado y de que de ahora en adelante la manera de jugar tendrá que ser irremediablemente otra. De ese viaje y de esa aceptación es de lo que habla la cinta de Darius Marder.

La película también toca otros temas. Por ejemplo, el negocio de la salud: someterse a una operación y recuperar la audición cuesta en la película la friolera de entre 40.000 y 60.000 euros, y además el resultado de la intervención puede no ser lo eficaz que uno esperaría tras pagar semejante suma de dinero. De hecho en la película el resultado deja bastante que desear, lo que lleva a Ruben a un nuevo desengaño que tendrá que afrontar.

Pero si hay una cosa que hace bien Sound of Metal es transmitirnos la idea de que Ruben se está enfrentando a perderlo absolutamente todo. Todo lo que a él le importa, quiero decir. No me canso de leer precisamente eso en todos los manuales de escritura de ficción: que el protagonista debe enfrentarse a la pérdida de lo que es más importante para él. Es un mantra que se repite hasta la saciedad y que no por ello es menos cierto. Sin embargo, eso no significa que sea fácil mostrarlo con tanta claridad como lo hace esta película. Porque, ¿acaso hay algo más relevante para Ruben que su novia Lou -Olivia Cooke- y su grupo de música? Pues claro que no, y Riz Ahmed se encarga de transmitirnos su desasosiego con una gran actuación.

Pues eso que, como decía arriba, Sound of Metal es una película que merece la pena ver. Cuatro bigotes para ella.


viernes, 13 de enero de 2023

Encerrado con el diablo es otra joya de Apple TV

Aunque al leer el título de esta miniserie de Apple TV nos podemos imaginar en un plató de Telecinco a solas con alguna de sus "estrellas" televisivas -lo cual sería ciertamente terrorífico-, en realidad Encerrado con el diablo no tiene nada que ver con la telebasura. De hecho, la serie de Apple TV es buena, sorprendentemente buena. Y nos presenta a un "diablo" que no trabaja en Mediaset: nuestro villano luce bigotazo y patillas, se llama Larry Hall y es un asesino en serie de niñas. Un tipo entrañable. Eso sí, el título de la serie es en realidad Black Bird y lo han traducido como les ha dado la real gana. Pero la serie es buena y esto es lo que importa.

Encerrado con el diablo es una miniserie de seis episodios basada en hechos reales. El lío empieza cuando Jimmy Keene -Taron Egerton-, un traficante de drogas con más ego que Cristiano Ronaldo, es condenado a diez años de prisión por tráfico de drogas. A todo cerdo le llega su San Martín, que diría aquel. Pero un día el FBI hace una tentadora oferta a Jimmy: si se traslada a la prisión en la que está el presunto asesino Larry Hall y consigue demostrar su culpabilidad, saldrá sin cargos. Aunque es una misión peligrosa, al final Jimmy acepta por causas de fuerza mayor.

Un gran guion y mucha tensión


La miniserie de Dennis Lehane es buena por muchas cosas, pero funciona sobre todo porque tiene un buen guion. En Encerrado con el diablo todo está por algo, las escenas son precisas y tienen conflicto, y los diálogos son fluidos, naturales, interesantes y vitales para el desarrollo de la trama. Y sobre todo, Encerrado con el diablo juega muy bien con la tensión. Me explico con varios ejemplos (ojo spoilers).

Jimmy Keene acepta participar en la misión suicida que le ofrece el FBI porque es más que probable que dentro de diez años su padre esté muerto (su padre es el difunto Ray Liotta al que dedican un comentario al final de uno de los episodios). Por tanto, nuestro protagonista necesita salir de prisión cuanto antes, lo que confiere a la serie una buena dosis de tensión. Además, Jimmy tiene un límite de tiempo de alrededor de un mes para lograr su objetivo, pues en breve Larry Hall tendrá el juicio por el recurso que presentaron y, si no hay grandes cambios, saldrá libre. Por tanto, más tensión. Y por si todo esto fuera poco, en la cárcel hay un guarda carroñero que chantajea a Jimmy con contar al resto de reclusos que el nuevo preso no es un traficante de armas como había contado, sino que en realidad es un soplón. Así que tensión, tensión y más tensión.

Otra cosa que hace bien la miniserie de Apple TV es hacerte dudar. ¿Es Larry Hall el asesino de niñas que dicen o tan solo se trata de un pobre hombre con afán de protagonismo? ¿Sospecha Larry de Jimmy o de verdad lo considera su amigo? ¿Por qué miran así los presos a Jimmy? ¿Acaso ya se han enterado de que es un soplón o solo nos lo estamos imaginando? Son solo unos ejemplos, pues la serie hace esto constantemente. Ahí va otro: las escenas en las que dialogan Jimmy y Lauren McCauley dan la impresión de que en algún momento puede surgir una relación sentimental entre el preso y la policía. Y como el mismo Jimmy dice en una ocasión, lo divertido está en creer que puede pasar algo. Pues eso.

Larry Hall, un asesino que despista

 
Claro que para que nos importe eso que puede suceder son necesarias actuaciones tan verosímiles como las que encontramos en Encerrado con el diablo. El nivel general es bueno, pero merecen especial mención las interpretaciones de Taaron Egerton como Jimmy y, sobre todo, la de Paul Walter Hauser como Larry Hall. La serie de Dennis Lehane termina convirtiéndose en un cara a cara entre estos dos, y todos y cada uno de sus diálogos funcionan. Jimmy se dedica a preguntar y preguntar, y Larry, a veces, responde. Sin embargo, en otras ocasiones contesta con otra pregunta y añade tensión a la escena. A menudo nos preguntamos si Larry Hall ha descubierto a Jimmy. Nuestro villano es un gran personaje porque nos engaña, cuesta ver por dónde va y nunca tenemos claro si es demasiado tonto o demasiado listo -lo mismo que suele pasar con los políticos, dicho sea de paso-.

De modo que, resumiendo, recomiendo Encerrado con el diablo porque es una serie que se sigue con sumo interés. Tiene tensión, buenos diálogos y escenas bien hechas. La historia en general es interesante y los actores hacen un gran trabajo. Y como bien dicen en Encerrado con el diablo, lo que hace que la veamos hasta el final, lo divertido de la serie, está en que nos hace creer que puede pasar algo, incluso cuando sabemos que no pasó nada en realidad. 

Y ojo a los productos de Apple TV, porque Encerrado con el diablo es la segunda serie que veo en esta plataforma y, otra vez, la he terminado encantado. La primera fue Ted Lasso y me pareció genial (os hablo de ella por aquí)

Cuatro bigotes para Encerrado con el diablo.


martes, 10 de enero de 2023

Segundas partes que sí fueron buenas

"Segundas partes nunca fueron buenas". La frase se usa a menudo cuando vemos una secuela que termina siendo un bodrio. Y aunque esto suele pasar -o sea, que las segundas partes en general sean una mie***- la verdad es que hay varias excepciones que confirman la regla. De hecho, hay bastantes y muy buenas, y de eso vengo a hablaros hoy.  Por tanto, la pregunta que vengo a responder sin irme por las ramas es: ¿Qué segundas partes de películas fueron mejores que las primeras? 

Seguro que ya tenéis alguna en mente y estáis pensando que se me va a olvidar mencionar esa película tan perfecta, esa segunda parte tan sublime de la que solo se acuerda vuestro privilegiado cerebro. Y sí, se me va a olvidar. Esa de naves y de sables láser con la que os ponéis tan pesados. Por lo tanto, esos pocos elegidos estáis en vuestro derecho de dejar de leer este artículo ahora mismo. Los demás, los que seguís perdiendo el tiempo por aquí, podéis dejar un comentario abajo con vuestras mejores segundas partes. Si os place.

P.D. Estaba intentando darle un toque de humor al párrafo anterior pero soy incapaz. No os cabreéis. Vuestros defectos como lectores son mi fracaso como escritor.

"Cómodo, tengo que contarte una cosita”.


Terminator 2: El juicio final (1991)

La de James Cameron es una de las mejores películas de acción de la historia. Se estrenó en 1991, cuando los efectos digitales no eran tan comunes, y sorprendió sobre todo por un T1000 de metal líquido capaz de regenerarse aunque lo acribillaran a balazos. ¿Cómo habían podido crear aquellos efectos especiales tan magníficos? El público de la época se frotaba los ojos y contemplaba con la boca abierta al poli de las orejas soplonas, pues el terminator "malo" exhibía todos y cada uno de sus trucos durante la película: atravesaba la cabeza de alguien convirtiendo su dedo en cuchillo, volvía a construir su cuerpo como si de Bu o Célula se tratara, cerraba sus heridas de papel albal -me lo sigue pareciendo- en un periquete... Hacía de todo.

Pero Terminator 2 era mucho más que unos efectos especiales sobresalientes. La película de James Cameron contaba también con grandes personajes, como una Sarah Connor -Linda Hamilton- que podría haber liderado a los 300 espartanos de Leónidas, o un terminator "bueno" encarnado por Arnold Schwartzenegger que terminaba entendiendo los motivos del llanto humano. Sin olvidarnos de Edward Furlong y Robert Patrick, futuro líder de la resistencia y T1000 respectivamente. Todos estaban muy bien.

Lo bueno de Terminator 2 es que fue una película de acción con escenas que se rodaron de verdad, algo así como lo que hizo que Mad Max Fury Road fuera tan condenadamente buena pero que habíamos perdido durante tanto tiempo. En 1991 ese exceso de efectos digitales aún no había llegado y en Terminator 2 se nota. Había persecuciones, asesinatos, tiroteos... Era un no parar. Y lejos de aburrirnos, James Cameron consiguió mantenernos enganchados a su película y a la historia que nos estaba contando. Que dicho sea de paso, tenía su miga, con viajes en el tiempo y máquinas que se rebelaban contra sus creadores. Terminator 2 es una película maravillosa.

Aliens: El regreso (1986)

Lo tenía difícil James Cameron con la segunda parte de Alien porque El Octavo Pasajero fue una gran película de terror. Tanto, que el director canadiense decidió que su secuela cambiaría de género. Es cierto que el terror de los Aliens continuaría ahí, pero Aliens: El regreso terminó siendo una película de acción. Y fue un acierto, pues quizá sea a día de hoy la mejor película de acción de todos los tiempos. Sin exagerar.

Con un tono mucho más militar, la segunda entrega de Alien nos cuenta que el planeta de estas entrañables criaturas ha sido colonizado. Pero un día se pierde la comunicación con la colonia y se envía una expedición de marines espaciales para investigar qué ha pasado. ¿Se habrá quedado dormido el vigilante? ¿Estarán de vacaciones todos los de mantenimiento? Para responder a estas y a otras cuestiones tenemos a Ripley otra vez -Sigourney Weaver-, quien decide comerse este marronazo porque tiene pesadillas.

Aliens: El regreso es una gran película por la tensión que transmite, por su ritmo y por sus carismáticos personajes. Y además tenemos un gran villano, esa reina alien que se enfrenta a Ripley en un épico combate final. Peliculón.

El Padrino. Parte II (1974)

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, un grupo de jóvenes decidió hacer una maratón para ver las tres películas de El Padrino en un día. La juventud a menudo implica inconsciencia, y efectivamente aquel grupo de temerarios e inexpertos muchachos no fueron conscientes de la auténtica magnitud de su proyecto. ¿Ver las tres películas de El Padrino en unas doce horas? Era posible, pero serían necesarias diez horas para verlas, lo que implicaba madrugar -imposible con aquellas edades- y no alargarse con las comidas. Pero los jóvenes ni se plantearon que aquellos obstáculos eran insalvables. Se veían capaces. Obviamente, el día D no lograron su objetivo, pero al menos sí vieron las dos primeras películas de El Padrino. Y después salieron de fiesta, claro. Y como les habían dicho que la tercera era la más floja, se quedaron contentos a pesar de no verla.

Por supuesto, yo no tengo nada que ver con aquellos chavales, pero sí he visto las películas de El Padrino -sí, terminé viendo la tercera- y lo cierto es que la segunda parte de El Padrino es para mí la mejor

Aquí tenemos dos historias paralelas perfectamente hiladas. Por un lado, Coppola nos cuenta la elección de Michael -Al Pacino- como jefe de los negocios familiares; y por otro, asistimos a los orígenes de Don Vito Corleone, con un Robert de Niro descomunal, en los que veremos cómo se fraguó la figura del líder que conocimos en la primera parte de la trilogía.

¿Que por qué pienso que esta parte es mejor que la primera? Por su ritmo, por su guion. Pero sobre todo porque la historia de los orígenes de Don Vito Corleone es espectacular. Un gran Robert de Niro.

Mad Max 2. El guerrero de la carretera (1981)

George Miller solo tardó dos años en volver a la carga con Mad Max. Si en la primera entrega (1979) asistíamos a la creación del personaje protagonista con esa tragedia que lo convirtió en lo que es, en El guerrero de la carretera conocimos a un Max en pleno apogeo. Mel Gibson hizo un gran papel como el típico antihéroe: Max es un tipo duro, solitario, parco en palabras y con una herida emocional enorme. Pero también es un personaje con ganas de ayudar a los vulnerables aunque sea por puro egoísmo. Porque aquí el objetivo es sobrevivir.

En El guerrero de la carretera, Max, tras el holocausto nuclear, inicia una lucha para ayudar a una colonia superviviente que suele ser atacada por un grupo de violentos. La gasolina escasea y se ha convertido en un bien muy codiciado. Asistiremos a un futuro postapocalíptico lleno de arena, vehículos, gente violenta y persecuciones que logran construir una película adictiva y llena de acción.

Mad Max 2 es mejor que la primera porque aquí ya estamos en la cresta de la ola: Max se ha convertido en un antihéroe solitario y marcado para siempre por su pasado, y además hay tíos con cresta, un tipejo cachas con máscara que habla con la voz distorsionada, un "niño perro extraño" que maneja el boomerang con la pericia de un atleta olímpico y, bueno, gentuza de todos los colores. Además, si hubo una película que influyó en Hokuto no Ken, ese manga y anime que tantas alegrías nos dio, fue sin duda ésta. Por tanto, no hay más preguntas, señoría. Mad Max 2 es un clásico del cine.

El caballero oscuro (2008)

Aunque soy de esos tíos raros que disfrutan más con el Batman de Tim Burton -y sobre todo con su sonriente Joker-, hay que reconocer que la trilogía de Nolan está muy bien. Sin pasarnos, sin decir que es una de las mejores películas de todos los tiempos -que os veo venir y obviamente no lo es-, pero está bien. Y como suele suceder con las trilogías, la segunda parte es la que más acción tiene. Al fin y al cabo, la segunda entrega de una trilogía suele mostrar al héroe haciéndose grande y en pleno apogeo, repartiendo mamporros, espadazos o lo que sea menester. Aquí el Batman de Nolan y Christian Bale propina, entre otras cosas, una buena tunda al oscarizado Joker de Heath Ledger. Y éste se ríe sin parar, seguramente debido a la voz afónica de Batman.

El caballero oscuro es una gran película de acción con persecuciones, atracos, tiroteos y peleas. Hay tensión, buenos diálogos y una trama caótica. La película lo tiene todo. Pero además, la cinta de Nolan cuenta con tres personajes a cada cual más interesante: el Joker, la estrella de la función, un tipo que representa el caos más absoluto; Harvey Dent, interpretado por Aaron Eckhart, fiscal del distrito que terminará convirtiéndose en dos caras; y Batman, claro, un rico loco empeñado en sacrificarse por la ciudad de Gotham. Cada uno de estos tres personajes tiene sus fantasmas, su trasfondo y sus propios conflictos y preocupaciones.

Si me preguntaran cuál es la mejor película de super héroes que he visto y consiguiera no dejarme llevar por la nostalgia, mi respuesta sería El caballero oscuro. Porque la cinta de Nolan es, sobre todo, una gran película de acción. En realidad la puede ver cualquiera, le interesen o no los súper héroes, lo cual es bastante decir. De modo que sí, El caballero oscuro es mejor que Batman Begins y se merece estar en este listado. Ah, y se encuentra a años luz de las películas de Los vengadores. Tenía que decirlo.

lunes, 2 de enero de 2023

Ted Lasso es la mejor serie que he visto en 2022

No sabía cómo empezar esta entrada hasta que ha aparecido mi gato: se me ha acercado con la cola apuntando al techo, ha saltado sobre mis piernas sin pedir permiso y se ha puesto a ronronear esperando una buena ración de caricias. Por supuesto, se la he dado, que para eso estoy a su servicio. Y como os podréis imaginar, cada vez que mi gato hace esto -aunque a veces se ponga un poco pesadete- me transmite un buen rollo y un bienestar impagables. Bueno, pues si ese buen rollo tuviera nombre de serie de ficción, se llamaría Ted Lasso: una comedia entrañable, agradable, adictiva y con personajes que desbordan carisma. He visto Ted Lasso con una sonrisa de felicidad y sin dejar de acariciarme el bigote. Qué bien.

La serie Ted Lasso me llamó la atención en cuanto me contaron su argumento: un entrenador de fútbol americano ficha por un equipo de fútbol -o soccer, para entendernos- de la Premier League. Puede parecer arriesgado, y la verdad es que lo es. Y es que Ted Lasso sabe tan poco sobre fútbol que ni siquiera tiene claro lo que es un fuera de juego. El desastre, pues, está asegurado. ¿Y cómo es posible que lo hayan fichado entonces? Pues porque ése es el objetivo precisamente: destruir el club. La dueña del AFC Richmond, Rebecca Welton, quiere vengarse de su exmarido por haberle puesto los cuernos, y sabe que lo que más daño le hará es destruir su amado equipo de fútbol. ¿Retorcido? Sí. ¿Divertido? Mucho más.

Sobre todo, Ted Lasso es una sorpresa. Sé que llego tarde, pues la serie se estrenó en agosto de 2020, pero más vale tarde que nunca. Y como digo, me ha sorprendido: por su frescura, por su humor, por su tono desenfadado y entrañable. Y también por sus personajes. En realidad, en Ted Lasso lo del fútbol, aunque tiene su punto, es lo de menos, así que si sois de los que cambian de canal en cuanto aparece JJ Santos -para esto no hace falta odiar el fútbol, la verdad- no os preocupéis porque Ted Lasso va de liderazgo, de inteligencia emocional, de relaciones humanas, de fidelidad, de rencor, de miedo y de valentía. De la vida misma, de todo, pero con un sentido del humor y unos conflictos que nos mantienen pegados al asiento hasta el final de cada capítulo.

Personajes con mucho carisma

Para que todo esto nos importe, Ted Lasso cuenta con un elenco de personajes inmejorable. Tenemos al propio Ted, el protagonista que encarna Jason Sudeikis, un tipo de gran corazón que a menudo se hace el tonto a pesar de ser más inteligente de lo que parece. También está Rebeca Welton, con quien Hannah Wadinghm hace un gran trabajo: una mujer firme, con un objetivo tan malvado como entendible, que sufrirá una gran evolución a lo largo de la serie. Y por supuesto no hay que olvidar a los futbolistas: el veterano y siempre enfadado Roy Kent, el joven y egoísta Jaimie Tartt, el optimista e hiperactivo Dani Rojas, quien asegura que el fútbol es vida cada vez que habla. La serie de Apple Tv juega bien con los tópicos más manidos de los futbolistas llevándolos al extremo y haciendo que sus personajes sean tan graciosos como carismáticos. ¿O es que acaso a algún desalmado puede caerle mal Dani Rojas? Imposible.

Así que, resumiendo, ¿por qué hay que ver Ted Lasso? Pues porque es divertida, engancha y cogeréis mucho cariño a sus personajes. Y si no os gusta el fútbol no os preocupéis porque no tiene nada que ver. Al fin y al cabo, el protagonista tampoco tiene ni idea de fútbol y ahí lo tenéis, dirigiendo a un equipo de la Premier League. 

Ted Lasso es de lo mejorcito que he visto en 2022. Cinco bigotes para ella.