viernes, 13 de enero de 2023

Encerrado con el diablo es otra joya de Apple TV

Aunque al leer el título de esta miniserie de Apple TV nos podemos imaginar en un plató de Telecinco a solas con alguna de sus "estrellas" televisivas -lo cual sería ciertamente terrorífico-, en realidad Encerrado con el diablo no tiene nada que ver con la telebasura. De hecho, la serie de Apple TV es buena, sorprendentemente buena. Y nos presenta a un "diablo" que no trabaja en Mediaset: nuestro villano luce bigotazo y patillas, se llama Larry Hall y es un asesino en serie de niñas. Un tipo entrañable. Eso sí, el título de la serie es en realidad Black Bird y lo han traducido como les ha dado la real gana. Pero la serie es buena y esto es lo que importa.

Encerrado con el diablo es una miniserie de seis episodios basada en hechos reales. El lío empieza cuando Jimmy Keene -Taron Egerton-, un traficante de drogas con más ego que Cristiano Ronaldo, es condenado a diez años de prisión por tráfico de drogas. A todo cerdo le llega su San Martín, que diría aquel. Pero un día el FBI hace una tentadora oferta a Jimmy: si se traslada a la prisión en la que está el presunto asesino Larry Hall y consigue demostrar su culpabilidad, saldrá sin cargos. Aunque es una misión peligrosa, al final Jimmy acepta por causas de fuerza mayor.

Un gran guion y mucha tensión


La miniserie de Dennis Lehane es buena por muchas cosas, pero funciona sobre todo porque tiene un buen guion. En Encerrado con el diablo todo está por algo, las escenas son precisas y tienen conflicto, y los diálogos son fluidos, naturales, interesantes y vitales para el desarrollo de la trama. Y sobre todo, Encerrado con el diablo juega muy bien con la tensión. Me explico con varios ejemplos (ojo spoilers).

Jimmy Keene acepta participar en la misión suicida que le ofrece el FBI porque es más que probable que dentro de diez años su padre esté muerto (su padre es el difunto Ray Liotta al que dedican un comentario al final de uno de los episodios). Por tanto, nuestro protagonista necesita salir de prisión cuanto antes, lo que confiere a la serie una buena dosis de tensión. Además, Jimmy tiene un límite de tiempo de alrededor de un mes para lograr su objetivo, pues en breve Larry Hall tendrá el juicio por el recurso que presentaron y, si no hay grandes cambios, saldrá libre. Por tanto, más tensión. Y por si todo esto fuera poco, en la cárcel hay un guarda carroñero que chantajea a Jimmy con contar al resto de reclusos que el nuevo preso no es un traficante de armas como había contado, sino que en realidad es un soplón. Así que tensión, tensión y más tensión.

Otra cosa que hace bien la miniserie de Apple TV es hacerte dudar. ¿Es Larry Hall el asesino de niñas que dicen o tan solo se trata de un pobre hombre con afán de protagonismo? ¿Sospecha Larry de Jimmy o de verdad lo considera su amigo? ¿Por qué miran así los presos a Jimmy? ¿Acaso ya se han enterado de que es un soplón o solo nos lo estamos imaginando? Son solo unos ejemplos, pues la serie hace esto constantemente. Ahí va otro: las escenas en las que dialogan Jimmy y Lauren McCauley dan la impresión de que en algún momento puede surgir una relación sentimental entre el preso y la policía. Y como el mismo Jimmy dice en una ocasión, lo divertido está en creer que puede pasar algo. Pues eso.

Larry Hall, un asesino que despista

 
Claro que para que nos importe eso que puede suceder son necesarias actuaciones tan verosímiles como las que encontramos en Encerrado con el diablo. El nivel general es bueno, pero merecen especial mención las interpretaciones de Taaron Egerton como Jimmy y, sobre todo, la de Paul Walter Hauser como Larry Hall. La serie de Dennis Lehane termina convirtiéndose en un cara a cara entre estos dos, y todos y cada uno de sus diálogos funcionan. Jimmy se dedica a preguntar y preguntar, y Larry, a veces, responde. Sin embargo, en otras ocasiones contesta con otra pregunta y añade tensión a la escena. A menudo nos preguntamos si Larry Hall ha descubierto a Jimmy. Nuestro villano es un gran personaje porque nos engaña, cuesta ver por dónde va y nunca tenemos claro si es demasiado tonto o demasiado listo -lo mismo que suele pasar con los políticos, dicho sea de paso-.

De modo que, resumiendo, recomiendo Encerrado con el diablo porque es una serie que se sigue con sumo interés. Tiene tensión, buenos diálogos y escenas bien hechas. La historia en general es interesante y los actores hacen un gran trabajo. Y como bien dicen en Encerrado con el diablo, lo que hace que la veamos hasta el final, lo divertido de la serie, está en que nos hace creer que puede pasar algo, incluso cuando sabemos que no pasó nada en realidad. 

Y ojo a los productos de Apple TV, porque Encerrado con el diablo es la segunda serie que veo en esta plataforma y, otra vez, la he terminado encantado. La primera fue Ted Lasso y me pareció genial (os hablo de ella por aquí)

Cuatro bigotes para Encerrado con el diablo.


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