"Segundas partes nunca fueron buenas". La frase se usa a menudo cuando vemos una secuela que termina siendo un bodrio. Y aunque esto suele pasar -o sea, que las segundas partes en general sean una mie***- la verdad es que hay varias excepciones que confirman la regla. De hecho,
hay bastantes y muy buenas, y de eso vengo a hablaros hoy. Por tanto, la pregunta que vengo a responder sin irme por las ramas es: ¿Qué segundas partes de películas fueron mejores que las primeras?
Seguro que ya tenéis alguna en mente y estáis pensando que se me va a olvidar mencionar esa película tan perfecta, esa segunda parte tan sublime de la que solo se acuerda vuestro privilegiado cerebro. Y sí, se me va a olvidar. Esa de naves y de sables láser con la que os ponéis tan pesados. Por lo tanto, esos pocos elegidos estáis en vuestro derecho de dejar de leer este artículo ahora mismo. Los demás, los que seguís perdiendo el tiempo por aquí, podéis dejar un comentario abajo con vuestras mejores segundas partes. Si os place.
P.D. Estaba intentando darle un toque de humor al párrafo anterior pero soy incapaz. No os cabreéis. Vuestros defectos como lectores son mi fracaso como escritor.
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"Cómodo, tengo que contarte una cosita”. |
Terminator 2: El juicio final (1991)
La de James Cameron es una de las mejores películas de acción de la historia. Se estrenó en 1991, cuando los efectos digitales no eran tan comunes, y
sorprendió sobre todo por un T1000 de metal líquido capaz de regenerarse aunque lo acribillaran a balazos. ¿Cómo habían podido crear aquellos efectos especiales tan magníficos? El público de la época se frotaba los ojos y contemplaba con la boca abierta al poli de las orejas soplonas, pues el terminator "malo" exhibía todos y cada uno de sus trucos durante la película: atravesaba la cabeza de alguien convirtiendo su dedo en cuchillo, volvía a construir su cuerpo como si de Bu o Célula se tratara, cerraba sus heridas de papel albal -me lo sigue pareciendo- en un periquete... Hacía de todo.
Pero Terminator 2 era mucho más que unos efectos especiales sobresalientes. La película de James Cameron contaba también con grandes personajes, como una Sarah Connor -Linda Hamilton- que podría haber liderado a los 300 espartanos de Leónidas, o un terminator "bueno" encarnado por Arnold Schwartzenegger que terminaba entendiendo los motivos del llanto humano. Sin olvidarnos de Edward Furlong y Robert Patrick, futuro líder de la resistencia y T1000 respectivamente. Todos estaban muy bien.
Lo bueno de Terminator 2 es que fue una película de acción con escenas que se rodaron de verdad, algo así como lo que hizo que Mad Max Fury Road fuera tan condenadamente buena pero que habíamos perdido durante tanto tiempo. En 1991 ese exceso de efectos digitales aún no había llegado y en Terminator 2 se nota. Había persecuciones, asesinatos, tiroteos... Era un no parar. Y lejos de aburrirnos, James Cameron consiguió mantenernos enganchados a su película y a la historia que nos estaba contando. Que dicho sea de paso, tenía su miga, con viajes en el tiempo y máquinas que se rebelaban contra sus creadores. Terminator 2 es una película maravillosa.
Aliens: El regreso (1986)
Lo tenía difícil James Cameron con la segunda parte de Alien porque El Octavo Pasajero fue una gran película de terror. Tanto, que el director canadiense decidió que su secuela cambiaría de género. Es cierto que el terror de los Aliens continuaría ahí, pero
Aliens: El regreso terminó siendo una película de acción. Y fue un acierto, pues quizá sea a día de hoy la mejor película de acción de todos los tiempos. Sin exagerar.
Con un tono mucho más militar, la segunda entrega de Alien nos cuenta que el planeta de estas entrañables criaturas ha sido colonizado. Pero un día se pierde la comunicación con la colonia y se envía una expedición de marines espaciales para investigar qué ha pasado. ¿Se habrá quedado dormido el vigilante? ¿Estarán de vacaciones todos los de mantenimiento? Para responder a estas y a otras cuestiones tenemos a Ripley otra vez -Sigourney Weaver-, quien decide comerse este marronazo porque tiene pesadillas.
Aliens: El regreso es una gran película por la tensión que transmite, por su ritmo y por sus carismáticos personajes. Y además tenemos un gran villano, esa reina alien que se enfrenta a Ripley en un épico combate final. Peliculón.
El Padrino. Parte II (1974)
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, un grupo de jóvenes decidió hacer una maratón para ver las tres películas de El Padrino en un día. La juventud a menudo implica inconsciencia, y efectivamente aquel grupo de temerarios e inexpertos muchachos no fueron conscientes de la auténtica magnitud de su proyecto. ¿Ver las tres películas de El Padrino en unas doce horas? Era posible, pero serían necesarias diez horas para verlas, lo que implicaba madrugar -imposible con aquellas edades- y no alargarse con las comidas. Pero los jóvenes ni se plantearon que aquellos obstáculos eran insalvables. Se veían capaces. Obviamente, el día D no lograron su objetivo, pero al menos sí vieron las dos primeras películas de El Padrino. Y después salieron de fiesta, claro. Y como les habían dicho que la tercera era la más floja, se quedaron contentos a pesar de no verla.
Por supuesto, yo no tengo nada que ver con aquellos chavales, pero sí he visto las películas de El Padrino -sí, terminé viendo la tercera- y lo cierto es que la segunda parte de El Padrino es para mí la mejor.
Aquí tenemos dos historias paralelas perfectamente hiladas. Por un lado, Coppola nos cuenta la elección de Michael -Al Pacino- como jefe de los negocios familiares; y por otro, asistimos a los orígenes de Don Vito Corleone, con un Robert de Niro descomunal, en los que veremos cómo se fraguó la figura del líder que conocimos en la primera parte de la trilogía.
¿Que por qué pienso que esta parte es mejor que la primera? Por su ritmo, por su guion. Pero sobre todo porque la historia de los orígenes de Don Vito Corleone es espectacular. Un gran Robert de Niro.
Mad Max 2. El guerrero de la carretera (1981)
George Miller solo tardó dos años en volver a la carga con Mad Max. Si en la primera entrega (1979) asistíamos a la creación del personaje protagonista con esa tragedia que lo convirtió en lo que es,
en El guerrero de la carretera conocimos a un Max en pleno apogeo. Mel Gibson hizo un gran papel como el típico antihéroe: Max es un tipo duro, solitario, parco en palabras y con una herida emocional enorme. Pero también es un personaje con ganas de ayudar a los vulnerables aunque sea por puro egoísmo. Porque aquí el objetivo es sobrevivir.
En El guerrero de la carretera, Max, tras el holocausto nuclear, inicia una lucha para ayudar a una colonia superviviente que suele ser atacada por un grupo de violentos. La gasolina escasea y se ha convertido en un bien muy codiciado. Asistiremos a un futuro postapocalíptico lleno de arena, vehículos, gente violenta y persecuciones que logran construir una película adictiva y llena de acción.
Mad Max 2 es mejor que la primera porque aquí ya estamos en la cresta de la ola: Max se ha convertido en un antihéroe solitario y marcado para siempre por su pasado, y además hay tíos con cresta, un tipejo cachas con máscara que habla con la voz distorsionada, un "niño perro extraño" que maneja el boomerang con la pericia de un atleta olímpico y, bueno, gentuza de todos los colores. Además, si hubo una película que influyó en Hokuto no Ken, ese manga y anime que tantas alegrías nos dio, fue sin duda ésta. Por tanto, no hay más preguntas, señoría. Mad Max 2 es un clásico del cine.
El caballero oscuro (2008)
Aunque soy de esos tíos raros que disfrutan más con el Batman de Tim Burton -y sobre todo con su sonriente Joker-, hay que reconocer que la trilogía de Nolan está muy bien. Sin pasarnos, sin decir que es una de las mejores películas de todos los tiempos -que os veo venir y obviamente no lo es-, pero está bien. Y como suele suceder con las trilogías,
la segunda parte es la que más acción tiene. Al fin y al cabo, la segunda entrega de una trilogía suele mostrar al héroe haciéndose grande y en pleno apogeo, repartiendo mamporros, espadazos o lo que sea menester. Aquí el Batman de Nolan y Christian Bale propina, entre otras cosas, una buena tunda al oscarizado Joker de Heath Ledger. Y éste se ríe sin parar, seguramente debido a la voz afónica de Batman.
El caballero oscuro es una gran película de acción con persecuciones, atracos, tiroteos y peleas. Hay tensión, buenos diálogos y una trama caótica. La película lo tiene todo. Pero además, la cinta de Nolan cuenta con tres personajes a cada cual más interesante: el Joker, la estrella de la función, un tipo que representa el caos más absoluto; Harvey Dent, interpretado por Aaron Eckhart, fiscal del distrito que terminará convirtiéndose en dos caras; y Batman, claro, un rico loco empeñado en sacrificarse por la ciudad de Gotham. Cada uno de estos tres personajes tiene sus fantasmas, su trasfondo y sus propios conflictos y preocupaciones.
Si me preguntaran cuál es la mejor película de super héroes que he visto y consiguiera no dejarme llevar por la nostalgia, mi respuesta sería El caballero oscuro. Porque la cinta de Nolan es, sobre todo, una gran película de acción. En realidad la puede ver cualquiera, le interesen o no los súper héroes, lo cual es bastante decir. De modo que sí, El caballero oscuro es mejor que Batman Begins y se merece estar en este listado. Ah, y se encuentra a años luz de las películas de Los vengadores. Tenía que decirlo.