jueves, 17 de marzo de 2022

El Puño de la Estrella del Norte (película anime)

En los años noventa yo era un chaval curtido en cine violento. Aunque mi tupido bigote aún no existía, ya había visto películas como Robocop y había jugado a videojuegos tan sangrientos como Mortal Kombat. Me jactaba de haberlo hecho, de ser un chaval experimentado es esas lides. Y es que la clasificación por edades de la época se interpretaba... Bueno, digamos que con más ligereza. El caso que a pesar de mi corta edad era difícil sorprenderme con algún chorrito de sangre de más. Tan curtido estaba que me conocía los episodios de Caballeros del Zodíaco como la palma de mi mano, y ya os conté lo sangriento que era este anime cuando hablé sobre sus mejores momentos (el artículo aquí). 

Pero cuando vi la película de animación de El Puño de la Estrella del Norte (1986) me quedé con la boca abierta. ¿Los Caballeros del Zodíaco? Minucias. ¿Robocop? Bueno, al prota le revientan la mano con una escopeta y lo acribillan a balazos, así que poca broma. Pero aun así Hokuto no Ken sí que era un anime violento, épico, sádico, adulto, original y con el antihéroe más varonil que jamás se hubiese visto. De modo que El Puño de la Estrella del Norte me sorprendió y pasó a ser lo más bestia que mi inexistente bigote había visto jamás. Incluso a día de hoy, con todo el cine que he disfrutado, diría que la película de Toyoo Ashida contiene algunas de las escenas más épicas que he podido ver. Y eso es mucho decir.

El Puño de la Estrella del Norte es una película anime basada en el manga de Tetsuo Hara (dibujante) y Buronson (escritor). Como curiosidad, el tal Buronson en realidad se llamaba Yoshiyuki Okamura, pero se puso Buronson como nombre artístico porque era muy fan de Charles Bronson. ¿En serio? Sí, cosas de japoneses. De hecho, le gustaba tanto que se dejó un bigote parecido al del actor estadounidense.

Pero volviendo a la película, El Puño de la Estrella del Norte es una especie de compendio de la serie y el manga con un final alternativo. Tras la Tercera Guerra Mundial, el planeta se ha vuelto un lugar árido y desolado en el que el agua se ha convertido en el bien más preciado. Solo los más fuertes pueden sobrevivir, y dominan el mundo aplastando a los débiles sin miramientos. Pero en este mundo cruel y despiadado surge un héroe, el hombre de las siete cicatrices, quien es heredero del arte marcial más poderoso: el Hokuto Shinken. Kenshiro usará su poder para ayudar a los más desfavorecidos a llevar una vida más digna.

El Puño de la Estrella del Norte contra el Puño de la Estrella del Sur

El Puño de la Estrella del Norte comienza con el conflicto que marca toda la película: Kenshiro está con su amada Julia, y Shin, su supuesto amigo, aparece para arrebatársela. Nuestro protagonista no da crédito y cree que su amigo se ha vuelto loco, pero no. O sea, loco sí parece haberse vuelto, pero no está de broma. 

Shin quiere tener a Julia por encima de todo, dice que se ha enamorado de ella (ajá) y hará cualquier cosa para llevársela. Así que El Puño de la Estrella del Norte y el El Puño de la Estrella del Sur se enfrentan. Y vence Shin, quien nos da una primera lección de vida: "yo he ganado y tú has perdido", dice señalando lo evidente, "pero ¿por qué?, sigue. "Porque no tienes ambiciones para alimentar tu fuerza de voluntad". Y le clava siete veces el dedo en el pecho para que Julia se vaya con él. Bueno, pues parece que a partir de esta escena Kenshiro sí tiene ambiciones, pues su transformación es radical. Como dicen al principio de la película Conan el Bárbaro, "todo aquello que no nos mata nos hace más fuertes (Nietzsche)". Kenshiro es el mejor ejemplo de esto.

La escena que lo demuestra quizá sea mi favorita. ¿Cómo presentar a un personaje invencible? ¿Cómo hacer que parezca poderoso, imparable, despiadado y, en general, el tipo más duro que hayamos visto y vayamos a ver en toda nuestra vida? Pues con sangre, faltaría más.

La mejor manera de presentar a un personaje

Unos bandidos tipo Mad Max, de estos que lucen cresta, ríen sin saberse exactamente de qué y chupan cuchillos afilados, han perseguido a dos niños y van a quedarse con sus pertenencias. Uno de los villanos está aplastando a la niña con su enorme pie, y entonces la pequeña envía una especie de aviso telepático. Lo que vemos a continuación es la mejor presentación de un personaje que he visto jamás.

Una figura oscura emerge entre una nube de polvo marrón y se oyen unos sonidos graves. Son sus puños golpeando los edificios que lo flanquean mientras avanza imparable. Es suficiente para que las construcciones se derrumben y caigan sobre él, pero nada lo detiene. El tipo, el ser o lo que demonios sea avanza sin pestañear a través del ladrillo, atravesándolo sin que caminar a través de las paredes le suponga el más mínimo esfuerzo. El mensaje de la escena está claro: todo cuanto se le oponga quedará destruido por enorme que sea. La figura es Kenshiro y nada lo detendrá.

Y así es como nuestro héroe llega hasta el bandido que está tratando de aplastar a la niña. Todavía hoy me pregunto por qué estos tipos consideran que enfrentarse a un bestia que destruye y atraviesa edificios es una buena idea, pero el caso es que van a por él y lógicamente mueren. Una vez más la selección natural funciona. Vemos entonces las bondades del Hokuto Shinken, el arte marcial milenario del que es heredero Kenshiro, pues las cabezas de los villanos explotan y saltan chorros sangre. ¡Bravo! Así que los niños se salvan y ahora tenemos a un héroe muy diferente al que se enfrentó a Shin. Porque ahora Kenshiro es un tipo despiadado e invencible. Y mola mucho más.

Las bondades del Hokuto Shinken

El Puño de la Estrella del Norte tiene muchas cosas buenas, pero una de las mejores es sin duda el Hokuto Shinken. Se trata de un arte marcial antiquísimo del que es heredero Kenshiro. Y no estamos hablando de nimiedades como el karate, el judo o el boxeo. Esto está a otro nivel y si habéis visto alguna escena sabéis a lo que me refiero. Hablamos de cabezas que se deforman y de cuerpos que explotan. De sangre que sale a chorros. De todo eso que nos gusta, en definitva. Pero además de toda la sangre que provoca, lo que tiene de particular el Hokuto Shinken es que no actúa justo cuando Kenshiro golpea, sino que lo hace segundos o incluso minutos después. La típica escena es: Kenshiro derriba de un puñetazo a su adversario y éste se levanta soltando un "ahora verás". Y entonces nuestro héroe le da la espalda y sentencia: "Omae wa mo shinde iru (tú ya estás muerto)". Y efectivamente el tipo explota justo cuando se iba a vengar.

Claro que a veces el Hokuto Shinken requiere de alguna técnica ingeniosa. Por ejemplo cuando Kenshiro se topa con un gigante gordo que no le permite entrar a un edificio. Que por cierto, los gigantes en esta película están a la orden del día, lo que la hace más interesante si cabe. El caso es que Kenshiro golpea al gigante gordo, pero su brazo queda atrapado en la grasa y el tipo le arrea un guantazo que lo incrusta en el suelo. Así que Kenshiro tiene que ingeniárselas para acabar con él de otra manera. Y lo hace. Tirando de velocidad, se pone a soltar sus grititos a lo Bruce Lee y propina una buena ráfaga de patadas al gordo en la tripa. Pero ojo, porque el objetivo no es matar al gigante con este ataque, sino simplemente abrir un hueco para conseguir golpearlo de verdad. Gracias a la velocidad que Kenshiro imprime a sus patadas, la grasa de la tripa de su rival baila en el aire durante un rato, lo que Kenshiro aprovecha para lanzar un golpe a través del agujero que ha creado y por fin toca un punto vital. Y entonces sí, por fin puede soltar su frase favorita: ¡Tú ya estás muerto!

Es solo un ejemplo, pero está claro que una de las mejores cosas que tiene El Puño de la Estrella del Norte son las ejecuciones de Kenshiro. La imaginación de Buronson parecía no tener límite, y si lo queréis comprobar os animo a que busquéis en Youtube "Hokuto no Ken death" o algo por el estilo. Yo a veces lo hago y me lo paso pipa. ¿Cómo se le puede ocurrir a alguien algo tan sádico y a la vez tan genial? Os diréis. Bueno, pues porque esto es arte. O algo así. Supongo. Jeje.

Raoh el conquistador, el mejor rival para Kenshiro

Tampoco me puedo olvidar de Raoh, el hermano mayor de Kenshiro. Suele decirse que un héroe es tan grande como poderoso sea su rival, y esto es lo que pasa en El Puño de la Estrella del Norte. Raoh es más grande que Kenshiro y, a priori, más fuerte. Es un tipo serio, inteligente, lo llaman Raoh el conquistador por algo y si alguien corea su nombre a destiempo debe ser ejecutado. Raoh va tan sobrado que derrota a enemigos poderosos sin bajarse del caballo, pero un día aparece Kenshiro y la cosa cambia, claro.

La batalla final entre Kenshiro y Raoh es espectacular. Es una conclusión alternativa que merece la pena por ver a estas dos bestias pardas enfrentarse. Ojos blancos, auras poderosas, grititos a lo Bruce Lee y por supuesto sangre, chorros de sangre, pues de esto no falta en toda la película. Hokuto Shinken en acción con los dos personajes más poderosos enfrentándose, en definitiva. Hay que verlo.

En fin, que El Puño de la Estrella del Norte marcó a una generación. Fue de esas primeras películas anime que se publicaron después de Akira y dejó claro que los dibujos animados no tenían por qué ser para niños. Aquí hay sangre, gente que explota, luchas épicas y un mundo cruel y destrozado por la Tercera Guerra Mundial. Los personajes tienen carisma, sobre todo Kenshiro, cuyo cambio es radical desde que su amigo Shin lo traicionó. Seguramente sea el tipo más duro que he visto en una película. Me río de Chuck Norris.

Hay quien dice que esta película no está a la altura del cómic y de la serie por ser un extraño resumen de la historia original y no contar nada nuevo. Puede ser. Pero como espectáculo entretenido y épico, como película que marcó a una generación que no conocía el manga, El Puño de la Estrella del Norte sigue siendo de lo mejor que he visto en el mundo del anime.

Y por eso le doy cinco bigotes.


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