martes, 5 de abril de 2022

El Problema de la Paz, de Joe Abercrombie

¿Os acordáis de eso que suelen decir los futbolistas cuando hablan de Messi y Cristiano? Ya sabéis lo pesados que se ponen con eso de que han tenido mucha suerte por coincidir con jugadores irrepetibles como estos dos, porque han podido jugar con ellos durante sus mejores años y bla, bla, bla. Tranquilos, no me voy a meter en debates futbolísticos con los que perdería mis cientos de lectores diarios (ejem), así que no cerréis vuestro navegador todavía. Pero el caso es que algo así sentí cuando terminé de leer El Problema de la Paz. Porque Joe Abercrombie está en sus mejores años, es un genio y los lectores tenemos la fortuna y el privilegio de poder disfrutarlo. 

Sinopsis de El Problema de la Paz

A pesar de los reveses sufridos, no hay nada que se interponga en el camino de Savine dan Glokta, en el pasado la inversora más poderosa de Adua, cuando ha puesto su ambición en un objetivo.

Para héroes como Leo dan Brock y Stour Ocaso la paz no es más que un inconveniente que debe remediarse cuanto antes. Pero primero hay que alimentar agravios y reunir aliados. Entre tanto, Rikke tiene que dominar el ojo largo... antes de que su poder acabe con ella.

En todos los sectores de la sociedad anida el descontento. Los Rompedores aún acechan en la clandestinidad, tramando planes para llevar a cabo el Gran Cambio que por fin libere al pueblo, mientras los nobles descontentos tratan de aumentar su influencia y sus prebendas.

Orso intenta hallar un camino seguro en el laberinto de cuchillos que es la política, pero sus deudas y sus enemigos no dejan de aumentar.

Mi opinión de El Problema de la Paz

Con El Problema de la Paz Joe Abercromble lo ha vuelto a hacer: personajes redondos que van evolucionando, muchísima sangre, giros inesperados y magníficos diálogos. En realidad es la misma fórmula de siempre, con ese tono irónico y ese humor sarcástico que tanto nos gustan, pero esta vez algunos pasajes me han parecido especialmente duros incluso para tratarse del libro de un tipo que suele lograr que torturadores y asesinos nos caigan bien. Y supongo que esto es mucho decir. 

Y es que El Problema de la Paz es una lectura que requiere de un estómago sólido en algunas partes, pero que también nos hace reflexionar sobre diversos aspectos de la vida: el orgullo, la ambición, la guerra, los grandes ideales, las revoluciones. ¿Merecen la pena? La novela de Abercrombie no es solo una lectura adictiva y divertida, sino que además nos da unas cuantas lecciones que vale la pena aprender.


"El bien y el mal no son tan fáciles de distinguir como parece -replicó Vick-. La cuestión es sobre todo desde dónde los miras".
 

Como ya sabréis, El Problema de la Paz es la segunda parte de la trilogía La Era de la Locura. Si en Un Poco de Odio (mi reseña) conocíamos a la nueva generación de personajes del Círculo del Mundo, en esta segunda entrega asistimos a la evolución de todos ellos y a una trama que avanza inexorablemente hacia la guerra.

Volveremos a seguir los pasos de Leo dan Brock, Orso, Rikke, Savine y Stour Ocaso, pero esta vez la nueva generación de personajes tiene pasado, heridas y traumas que han sufrido durante la primera parte de la trilogía. Y claro, esto hace nuestros protagonistas sean cada vez más interesantes y complejos. Como siempre, Abercrombie hace un trabajo magnífico con sus personajes.

Heridas que no sanan y giros inesperados


Quizá por eso El Problema de la Paz me haya gustado más que Un poco de odio: porque ya hay una trayectoria y un pasado que marca. Aquí las heridas duelen y no se curan, tanto las físicas como las emocionales. Algunos sufren porque su pierna no termina de sanar y otros porque el amor de su vida los rechazó. Porque esto es grimdark, fantasía oscura y Joe Abercrombie. Las cosas no suelen mejorar y cuando lo hacen no duran demasiado. 

Además tenemos unas cuantas sorpresas y giros finales que somos incapaces de ver, y eso que el escritor de Lancaster hace lo mismo en todas sus novelas. Me refiero a eso de sorprender con el final, a dar un giro que nos deja con la boca abierta. Ya lo hizo en Los Héroes, en la trilogía del Mar Quebrado, en Un poco de odio. Y ahora lo ha vuelto a lograr.

La trama principal del libro consiste en una reordenación de fichas. En Un poco de odio pasaron cosas terribles, hubo sorpresas y disgustos, y ahora los personajes se van situando en el bando que les corresponde, pues las condiciones y las posibilidades han cambiado. Digamos que ha habido un nuevo reparto de cartas y está por ver lo que hace cada uno con las que le han tocado. Por su parte, los Rompedores continúan acechando en la sombra y tienen algunos capítulos de protagonismo, pero no demasiados.


"Forma parte de la naturaleza de los hombres, y sobre todo de los ambiciosos, ser infelices".
 

El Problema de la Paz tiene menos revolución industrial y más intrigas, traiciones y alianzas en las altas esferas. Es divertido leer cómo todo avanza de manera ridícula hacia el desastre hasta que llegamos a un último tercio de libro que nos deja sin aliento. Aquí la sangre y la crudeza alcanzan cotas pocas veces leídas por un servidor, y eso que no me distingo por leer novelas románticas.

A falta de terminar de leer la tercera entrega me atrevo a señalar que Abercrombie ha conseguido que esta nueva trilogía sea más entretenida y enganche aún más que algunas de sus anteriores novelas. Por ejemplo, La trilogía de La Primera Ley fue una sorpresa y era genial porque tenía personajes como Logen, Glokta, Jezal, Bayaz o el Sabueso. Personajes irrepetibles, grandes leyendas y complejos como nadie. Pero se ha solido decir que los tres primeros libros del autor inglés son de ritmo lento. 


"Había orgullo cívico en los ciudadanos de la poderosa Adua, la Ciudad de las Torres Blancas, pues nadie respiraba unos vapores tan densos ni bebía un agua tan sucia como ellos, ni pagaba tanto por unas habitaciones tan pequeñas".

 

Bueno, pues eso no sucede en la trilogía de La Era de la Locura: hay más acción, más conflicto, más traiciones, más sexo explícito y los personajes siguen siendo tan interesantes como siempre. Incluso se abordan temas como la homosexualidad, que no recuerdo haber leído antes en un libro de Abercrombie. Quizá podría decirse que el escritor de Lancaster ha hecho buena esa frase de Terry Prachett que decía que "el progreso solo significa que las cosas malas suceden más deprisa". En esta nueva trilogía todo sucede más deprisa, tanto las cosas malas como las peores.

En fin, que El Problema de la Paz es otra gran novela de Joe Abercrombie, y van unas cuantas. Todo queda dispuesto para La Sabiduría de las Multitudes, donde veremos si por fin llega el gran cambio que quieren impulsar los Rompedores.

Cinco bigotes para El Problema de la Paz.





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